Madres que no dejan de ser madres aunque ignoren si sus hijos están vivos o muertos, encabezaron este 10 de mayo una multitudinaria marcha entre la glorieta de los Niños Héroes (o de los desaparecidos) y el centro de la ciudad, para dejar patente que no se trataba de un día de fiesta sino de indignación y de protesta, con demandas muy directas al gobernador Enrique Alfaro por no solucionar el problema de las desapariciones, en el cual Jalisco está ubicado en primer lugar nacional.

“10 de mayo, madres muertas en vida”, era uno de los letreros que las manifestantes -en su inmensa mayoría mujeres- portaba junto a fotos o mantas con fotografías de Joel Fabián Barra Benítez o, también por ejemplo, de Nayeli Anahí González Rangel, de 19 años, desaparecida desde febrero del 2021 en Villa Fontana, en Tlajomulco.

Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Secretaría de Gobernación, Jalisco ocupa el primer lugar con mayor número de personas desaparecidas, un total de 15 mil 18 según el último reporte que hizo el gobierno local en marzo del año pasado, fecha desde la cual ya no se han enviado más datos a esa base nacional alimentada con información de las fiscalías estatales.

Cuestionado este miércoles sobre el por qué ya no se envía la estadística de desapariciones a la Segob, como han denunciado colectivos de buscadores, investigadores universitarios y organismos de la sociedad civil, el gobernador afirmó que no lo hacen porque esa base “tiene datos duplicados y una falta de actualización terrible”.

Refirió a la base de datos estatal sobre el tema (Sisovid) que, hasta el pasado mes de abril, reportaba 14 mil 41 personas desaparecidas, disminuyendo 977 con respecto al último reporte hecho a la Segob en marzo del año pasado, pese a que la propia Fiscalía del Estado ha informado que este año el promedio de denuncias por desaparición va de 10 a 15 diarias.

Madres de desaparecidos marcharon en Torreón y Saltillo, Coahuila para reclamar a las autoridades estatales y federales acciones concretas de búsqueda y recuperación de restos que permitan identificar a personas que fueron sepultadas e incluso desintegradas por el crimen organizado.

Integrantes de los colectivos Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila y en México (FUUNDEC-M) y de Grupo Víctimas por sus Derechos en Acción (Grupo Vida) pidieron a las autoridades dar resultados en los casos de desaparición.

En Torreón, el contingente de madres, hermanos y otros familiare de personas desaparecidas se desplegó por la avenida Morelos, hasta la alameda Zaragoza donde se reunieron en torno al Arbol de los Desaparecidos, monumento natural a la memoria de los ausentes.

En Saltillo, madres integrantes de FUUNDEC-M participaron en una misa en la catedral y se concentraron en el árbol Del amor y la esperanza, en la explanada de Palacio de Gobierno.

Madres y familiares de personas desaparecidas se manifestaron frente a la 21 Zona Militar y realizaron una marcha a Palacio de Gobierno de Michoacán para exigir a las autoridades de seguridad se apliquen en la búsqueda de sus seres queridos, “porque realmente les ha faltado un equipo de inteligencia, porque no es posible que las personas que participan en la búsqueda tengan más información que las instituciones encargadas de las investigaciones”, señaló Rebeca Alfaro Madrigal, madre de Daniel Ramos Alfaro, desparecido el 2 de octubre de 2013 en Uruapan.

Comentó que la Fiscalía General de Michoacán ha acompañado a los familiares de los desaparecidos a buscarlos en diferentes puntos del estado, pero les ha faltado investigar a fondo.

En los últimos cinco años suman más de 4 mil desaparecidos en Michoacán, y el 10 por ciento está bien documentado porque se trata de aquellos que fueron detenidos por elementos de los tres órdenes de gobierno, o por algún grupo de la delincuencia organizada.

En Oaxaca, “Ya no tenemos miedo de que nos maten, ya estamos muertas en vida”, señaló la señora Marta Pablo Cruz representante del colectivo oaxaqueño Buscando a los nuestros, quien busca a su hijo desaparecido y quien reveló que durante esta labor ha recibido distintas amenazas de muerte.

La madre de Jassiel Vladimir Florean Pablo desaparecido el 22 de mayo del 2019 en Tlapa de Comonfort, en el estado de Guerrero señalo que si ha recibido amenazas por la labor de búsqueda que realiza, sin embargo señaló que para ella y muchas otras buscadoras y buscadores, ya no hay miedo, pues  en su caso con quitarle a su hijo le arrancaron la vida, así que si la matan, solo me darán un descanso.

Por su parte, Ricardo Martínez Santiago del colectivo Oaxaqueños Unidos Exigiendo Justicia informó que diariamente se reportan al menos 5 desapariciones de jovencitas en la región de Valles Centrales, zona que junto con las regiones de la Costa y Cuenca del Papaloapan son consideradas por los buscadores como de alta peligrosidad, las dos últimas por la presencia de grupos del crimen organizado.

Añadió que en Oaxaca hay una problemática muy fuerte con las desapariciones y es que hay ocasiones en que ya se tienen localizados los restos de alguna persona, sin embargo la mayoría de municipios se rigen por el Sistema Normativo Indígena (Usos y costumbres) y por ello no pueden ingresar a su territorio a buscarlos, pues hacerlo crea otro conflicto, por lo que deben esperar la autorización, misma que puede tardar meses.

Asimismo, acusó al gobierno de Salomón Jara de dejar en la indefensión a los buscadores, quienes no han recibido ningún apoyo, incluso todas sus actividades son pagadas con sus propios ahorros, ni si quiera los apoyan en los trámites para ingresar a comunidades, estos reclamos fueron hechos al secretario de Gobierno, Jesús Romero quien atendió personalmente a los familiares de las víctimas, quien se comprometió a atender el tema y coadyuvar con la Fiscalía General del Estado a fin de que esta de atención a cada uno de los casos de desaparecidos.

Madres de personas desaparecidas marcharon la tarde del miércoles por la avenida Costera Miguel Alemán, en Acapulco, Guerrero para recordar que para ellas este no es un día de celebración, sino para hacer un llamado de alerta a la sociedad, y exigir a las autoridades la búsqueda y presentación de sus seres queridos.

La caminata inició en la glorieta de la Diana alrededor de las 4 de la tarde, y fue encabezada por miembros de la Asociación de Familias de Acapulco en busca de sus desaparecidos.

La movilización concluyó en el Árbol del recuerdo y la memoria, que se encuentra en el interior del parque Papagayo.