Ciudad de México. En los próximos 30 años México puede convertirse en una potencia económica si se saben aprovechar las oportunidades que brinda la relocalización de empresas en el país, fenómeno mejor conocido como nearshoring, afirmó este lunes Raquel Buenrostro, titular de la Secretaría de Economía (SE), al presentar el proyecto el proyecto Desarrollo del Sur-Sureste.
Durante el evento la funcionaria dio a conocer que comenzarán las licitaciones para los polos de desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), comenzando por la licitación de seis de los 10 polos que conforman el corredor.
“Lo que buscamos es que lleguen inversiones que sean sostenibles, que sean oferta de puestos de trabajo dignos y bien remunerados. Estamos dando un banderazo para los próximos 30 años de México… el país tiene todo el potencial para ser una gran potencia económica en los próximos 30 años”, apuntó Buenrostro.
Afirmó que el Corredor Interoceánico colocará al Istmo de Tehuantepec en una posición central del comercio global y que como nunca antes, el gobierno está invirtiendo en infraestructura bajo la premisa de cerrar brechas regionales.
“Con el Corredor, el sur-sureste detonará su potencial económico y atraerá inversiones sostenibles que generen puestos de trabajo dignos y bien remunerados”, apuntó ante cámaras empresariales, directivos de empresas y potenciales inversionistas.
El encuentro fue convocado para dar a conocer las bases de la licitación para seis de los diez polos de desarrollo que se instalarán a lo largo del Corredor, así como la propuesta de incentivos fiscales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Del lado de Veracruz: Coatzacoalcos I (257 hectáreas), Coatzacoalcos II (131 ha), Texistepec (462 ha) y San Juan
Evangelista (360 ha). Los polos ubicados en Oaxaca que forman parte de esta primera licitación son: Salina Cruz (82 ha) y San Blas Atempa (331 ha).
En cuanto a los incentivos fiscales, se anunció que el paquete está conformado por depreciación acelerada durante los primeros seis años, así como exención del IVA en transacciones al interior de los polos y entre estos durante los primeros cuatro años.
Destaca la exención al 100 por ciento del Impuesto Sobre la Renta (ISR) durante los primeros tres años, con posibilidad de extenderse por tres años adicionales con una reducción de hasta el 90 por ciento, en función de variables como número de puestos de trabajo creados.