Ciudad de México. El estadio Azteca estalló de coraje con la eliminación de Cruz Azul tras caer 1-0 con el Atlas. Una temporada que no empezó bien terminó igual o peor con una afición que despidió con enfado a los suyos tras caer en la reclasificación. Atlas se metió a la cueva del lobo y enmudeció a los más de 50 mil asistentes con la anotación tempranera que consiguió Brian Lozano.
Los rojinegros se plantaron con una idea de juego que no se le había visto a lo largo de la temporada. Para mala fortuna de los capitalinos, la mejor versión de los dirigidos por Benjamín Mora explotó en la cancha de los celestes.
Con un gol de vestidor, el golpe anímico caló profundo a La Máquina. Cuando muchos aficionados apenas se acomodaban en sus butacas, Atlas los recibió de la peor manera.
Los visitantes aprovecharon un contragolpe que inició por derecha. Con base en velocidad, el balón arribó a los pies de Lozano en los linderos del área y con una maestría impecable resolvió de pierna derecha para colocar la de gajos en el ángulo superior derecho.
El silencio se hizo presente. La gente no daba crédito que su equipo fuera abajo en el marcador al minuto de haber comenzado el cotejo.
Con una propuesta a la ofensiva y con la ventaja tempranera, los tapatíos tomaron confianza.
La Máquina, por su parte, desapareció por completo. Incluso los abucheos se hicieron presentes contra Ramiro Funes Mori. El eco de reclamos se hizo notorio en un Coloso de Santa Úrsula, donde estuvieron Diego Cocca, técnico del Tricolor, y Ares de Parga, director de selecciones nacionales.
Los zorros tuvieron la oportunidad de tomar una mayor ventaja, pero estuvieron erráticos frente al arco. Un balón al poste de Ozziel Herrera al minuto 11 fue uno de los arribos más claros.
Los capitalinos reaccionaron gracias a la profundidad de Rodrigo Huescas e Ignacio Riveros. Ambos futbolistas fueron los que más intentaron por las bandas.
Rivero encontró a Huescas al segundo poste y éste impactó al minuto 41. La ilusión óptica engañó a los presentes luego de que la es-férica pegara en un costado de las redes. La gente y los juegos pirotécnicos retumbaron en el inmueble.
La polémica del encuentro se presentó en la recta final de la primera mitad.
Mauro Manotas, a pase de Lozano, había marcado su primera anotación de la campaña. Sin embargo, el VAR echó para atrás la decisión, luego de que en cabina encontraran un fuera de lugar.
Al ritmo de Dale, dale, Cruz Azul
y otros cánticos, el conjunto local despertó en el complemen-to y salió con otra actitud. Si bien no plantearon un juego vistoso, los de Ricardo Tuca Ferretti metieron garra y corazón.
La Máquina siguió intentando por todas las vías hasta que Iván Morales, a 10 minutos del desenlace, tuvo la ocasión más importante para los celestes. La afición saltó de sus butacas, pero el balón rozó el poste. Cruz Azul se volvió a quedar cerca.
Los pupilos de Ferretti continuaron con su dinámica, pero no pu-dieron perforar las redes frente a unos tapatíos que incluso pudieron ampliar la pizarra con la falla de Javier Abella, quien solo frente al arco colocó su disparo en el poste.
Cruz Azul se va con un nuevo fracaso, mientras Atlas seguirá soñando con un nuevo campeonato.
Ferretti, sin tocar la palabra fracaso, manifestó que la decepción y la vergüenza deportiva es grande
para un equipo que debe estar acostumbrado en pelear los primeros puestos. Puntualizó que volvieron a sufrir del mal que los aquejó en toda la temporada, la falta de gol.
Mora, en tanto, no considera que Atlas sea el caballo negro de la liguilla. En cambio, visualiza que su equipo tiene las herramientas
para encarar a los peces gordos
que quedaron en la parte alta de la tabla.
Por su parte, la desorganización ante la implementación del FanID imperó de nueva cuenta en el estadio Azteca. Debido a las largas filas de aficionados que espera-ban para ingresar cuando faltaban pocos minutos para el duelo, los encargados del recinto terminaron por dar acceso a los seguidores sin exigir que presentaran el registro a esta plataforma.