Pachuca, Hgo. El primer monumento que se erigió, hace casi 50 años, en memoria del ex presidente chileno Salvador Allende fue robado en noviembre de 2007 en el municipio de Tepeapulco.
El 26 de octubre de 1973, sólo mes y medio después del golpe de Estado contra Allende encabezado por Augusto Pinochet el 11 de septiembre de ese año, los obreros del complejo industrial de Ciudad Sahagún colocaron un busto de bronce en su honor.
Inmolado por la causa de la justicia social
, se podía leer en la placa conmemorativa, que fue lo único que quedó en la base donde se encontraba la efigie.
Después del derrocamiento y la muerte del mandatario socialista, los trabajadores se apresuraron a donar todo tipo de objetos de bronce, como llaves viejas y monedas de 20 centavos, para fundirlos y poder levantar la escultura.
En el lugar, por tres décadas, cada 11 de septiembre se rindió homenaje al extinto presidente chileno; no obstante, a finales de 2007 desconocidos se llevaron la figura metálica.
La Procuraduría General de Justicia de Hidalgo informó, en su momento, que no se había interpuesto ninguna denuncia por el robo, ni siquiera de las autoridades municipales, por lo que no se inició ninguna investigación.
Sin embargo, en 2016, el profesor Armando Azpeitia, junto con otros integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Hidalgo, lanzaron una convocatoria para reponer el monumento en su sitio original.
La propuesta fue acogida de forma entusiasta por organizaciones obreras, campesinas, sociales y estudiantiles, las cuales se agruparon en la Asociación Salvador Allende y, al igual que en 1973, recopilaron objetos de bronce y dinero en efectivo para mandar hacer nuevamente la estatua.
Así, el 11 de septiembre de 2017, en un evento organizado por la CNTE al que asistieron poco más de 200 personas, los embajadores Ricardo Núñez Muñoz, de Chile, y José Crespo Fernández, de Bolivia, develaron el nuevo busto de bronce que hasta la fecha continúa en Ciudad Sahagún.