Madrid. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, inició en Madrid su primera visita de Estado en España desde que asumió el cargo como mandatario, el pasado 7 de agosto, con el objetivo de estrechar los lazos bilaterales y crear una agenda común, sobre todo en lo relacionado con la amenaza del cambio climático, una de sus principales preocupaciones. Petro ofreció un discurso en el Congreso de los Diputados, que intentó ser boicoteado sin éxito por la formación de extrema derecha Vox, que tildó al líder latinoamericano de “liberticida”.

El gobierno español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, está fortaleciendo los lazos con América Latina, con la vista puesta en la inminente presidencia temporal de la Unión Europea (UE) que asumirá España a partir de julio próximo y que pretende vitalizar la agenda bilateral con los países de nuestra región, en concreto para acelerar la aprobación de los tratados de libre comercio pendientes de su firma, como los que se están negociando con Mercosur y con México. En esta política internacional, el gobierno español recibió hace sólo dos semanas al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

El segundo gran líder latinoamericano en visitar España en las últimas semanas es el colombiano Petro, que fue recibido con todos los honores de una “visita de Estado”, en la que se le abrieron las puertas del Congreso de los Diputados para que ofreciera un discurso a los diputados, será recibido en una cena de gala en su honor en el Palacio Real (a la que el presidente Petro no acudirá por decisión personal vestido con frac, tal y como establece el protocolo de la Casa Real, al considerar que esa vestimenta es “poco democrática) y también recibirá, entre otras cosas, las llaves de la ciudad de Madrid como visitante distinguido y la Gran Cruz de Isabel la Católica, que es la máxima distinción que concede el Estado español.

Uno de los actos centrales de la visita de Petro a España fue su discurso en el Parlamento, que vino precedido de unas palabras que pronunció Petro en Colombia con motivo del Día del Trabajo y que provocaron cierto revuelo en España, ya que en ellas elogió la lucha del pueblo para “liberarse del yugo español”.

Ante los diputados españoles, Petro centró su discurso en los grandes retos que supone el cambio climático y sus consecuencias en el medio ambiente: “Hoy tenemos una misión: salvar la humanidad. El mundo que vivimos está en peligro. Ustedes van a dirigir Europa y nosotros nos vamos a encontrar con ustedes en la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). En esa reunión se nos reclama defender unas bases diferentes para abordar el problema del cambio climático desde la ciencia para intentar sortear los tiempos de la extinción”. Y añadió que “hoy estamos en tiempo de extinguirnos o cambiar. Es una orden que la ciencia nos da. La crisis climática es eso”. Así que advirtió que “lo que nos demandan los actuales tiempos es una política que tiene que ver con la vida y con el cambio”.

Antes del discurso del mandatario colombiano, la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, destacó la importancia de Colombia en la historia común: “Colombia es sentida por los españoles como un país hermano.Y en esta nueva etapa que afronta Colombia tenemos que impulsar la gramática de la democracia con un refuerzo de las instituciones y la justicia social dando una oportunidad histórica a la paz”.

En medio de este clima de cordialidad, los diputados del partido de extrema derecha Vox decidieron ausentarse del pleno cuando Petro iba a tomar la palabra y unirse a una manifestación convocada por ellos mismos a través de la Fundación Disenso, a la que se unió un pequeño grupo de ciudadanos colombianos contrarios a la política de Petro. Un gesto similar que hicieron a Lula cuando visitó España. En este caso, el líder de Vox, Santiago Abascal, aseguró que “el único yugo que hay en Colombia es el que totalitarios como Petro han impuesto a su pueblo. Intolerable que Sánchez ceda la tribuna del Congreso a este sujeto”, afirmó, insultando al mandatario colombiano con acusaciones como “liberticida” o “terrorista”.