Asunción. Cientos de personas se manifestaron el martes en las calles de la capital paraguaya por segundo día consecutivo en contra de los resultados de los comicios presidenciales del fin de semana, los cuales —afirman— estuvieron amañados, una acusación que ha sido desestimada por el presidente electo Santiago Peña, autoridades electorales y observadores internacionales.

Paraguayo Cubas, un populista de derecha por el Partido Cruzada Nacional que terminó tercero en las elecciones presidenciales del domingo con 23 por ciento de los votos, convocó a manifestaciones el lunes después de que recibió más votos de lo esperado gracias a una sólida campaña que giró en torno a un mensaje contra el orden establecido.

Las manifestaciones significan que Paraguay se ha sumado a una lista de países del continente donde un candidato populista convoca a sus simpatizantes a protestar contra los resultados electorales, denunciando un fraude sin presentar ninguna evidencia sólida que respalde sus afirmaciones.

“Estamos acá pidiendo la controladoría de todo lo que fueron las actas", dijo Francisco Soteras, quien fue candidato a la cámara baja del Congreso por el partido de Cubas y se sumó a las protestas del martes por la noche. "Ya estamos viendo algunas manifestaciones de fraude en ese sentido. Si hay un 10% de fraude, estamos pidiendo que las elecciones se vuelvan a hacer”.

Peña ganó fácilmente las elecciones del domingo con el 43% de los votos, un resultado que sorprendió a los analistas que preveían una contienda más cerrada con Efraín Alegre, quien finalizó en segundo puesto representando a una coalición de partidos que había sido calificada como la mejor posibilidad en la historia reciente del país para que la oposición quitara del poder al Partido Colorado. Al final, la contienda ni siquiera fue apretada, pues Alegre recibió 27 por ciento de los sufragios.

A pesar de la clara ventaja en los resultados, Paraguay amaneció el martes con bloqueos en distintos puntos del país, instalados en su mayoría por los simpatizantes de Cubas.

“Esto es lo que el pueblo siente hoy: descontento, rechazo y una sensación amarga de que se les coartó la voluntad y se le robó a su futuro y real presidente de la república”, comentó Cristian Delgado, otro candidato al Congreso por el partido de Cubas que participó en las manifestaciones del martes.

Peña hizo un llamado al gobierno para garantizar el “libre tránsito” en las calles de Paraguay.

"Lastimosamente, el día de hoy mucha gente no pudo llegar a sus lugares de trabajo, mucha gente llegó tarde a su lugar de trabajo”, declaró Peña el martes, al tiempo que rechazó las acusaciones de fraude.

La Organización de Estados Americanos, que envió una misión de observación electoral para los comicios, señaló el martes que “no existe ninguna razón que ponga en duda los resultados”.

Los simpatizantes de Cubas se enfrentaron con la policía la noche del lunes al exterior del tribunal electoral en la capital Asunción. Alrededor de 70 personas fueron detenidas, informó la fiscal Fátima Capurro.

El Ministerio Público señaló el martes que se investigarán los incidentes, pero eso no pareció intimidar a los manifestantes que horas más tarde ondearon banderas de Paraguay afuera del recinto.

Alegre, el candidato de la Concertación Para un Nuevo Paraguay que terminó en la segunda posición, hizo un llamado el lunes a que se realice un conteo manual de votos y una auditoría internacional del sistema de votación electrónica del país. Alegre había reconocido su derrota poco después de los comicios del domingo sin denunciar un fraude, aunque cambió su postura después del inicio de las manifestaciones.

Cubas, un abierto admirador del presidente salvadoreño Nayib Bukele y su línea dura en contra del crimen, dijo que viajaría a Asunción para encabezar las manifestaciones.

“Es imposible, desde mi modesto punto de vista, que una población hastiada le haya dado la victoria a estos narcotraficantes”, dijo en una entrevista para televisión.

Los analistas de inmediato compararon la situación con lo ocurrido en Brasil cuando los simpatizantes del entonces presidente Jair Bolsonaro se rehusaron a reconocer la derrota en las elecciones de octubre y sus partidarios comenzaron a protagonizar marchas, las cuales incluyeron bloqueos. Posteriormente, los simpatizantes de Bolsonaro irrumpieron en algunos de los principales edificios de gobierno para disputar el resultado de los comicios, lo que hizo recordar el ataque en el Capitolio federal de Estados Unidos del 6 de enero de 2021 a manos de partidarios del entonces mandatario Donald Trump.

“Está siguiendo el manual de Bolsonaro al convocar las protestas”, dijo Leandro Lima, analista de riesgo político en la compañía consultora Control Risks.

Al mismo tiempo, sin embargo, existe una diferencia clave en el hecho de que Cubas no goza del apoyo de los oficiales de policía y las fuerzas armadas, y Bolsonaro sí. “Esta falta del componente militar hace que el caso de Paraguay sea menos complejo de manejar”, añadió Lima.

La manera en que Alegre siguió los pasos de Cubas para denunciar un fraude indica que el populista será una voz importante en el panorama político del país a pesar de terminar en tercer lugar en las elecciones.

Ese aumento en la influencia de Cubas se produce en momentos en que existe una “tendencia regional de un discurso populista anti-establishment y en contra de la política y las instituciones tradicionales”, subrayó Lima.

En la vecina Argentina, por ejemplo, el político derechista Javier Milei también se está fortaleciendo y es considerado uno de los candidatos favoritos de cara a las elecciones presidenciales de octubre.