Ribeirão Preto. El expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, fue recibido este domingo por cientos de simpatizantes en el interior de Sao Paulo, en su primer viaje por el país desde que regresó de Estados Unidos prometiendo una firme oposición a Lula da Silva.
El ultraderechista, que pasó los primeros tres meses del año en Estados Unidos, viajó el domingo a Ribeirao Preto, unos 300 km al norte de Sao Paulo, donde asistirá el lunes a un evento de tecnología agrícola, la feria internacional Agrishow.
Al salir del aeropuerto, cientos de seguidores vestidos de verde y amarillo -los colores de la bandera brasileña- lo aguardaban para saludarlo y sacarse fotos, en un clima de campaña electoral, constató la AFP.
"Él siempre será nuestro líder, hizo por Brasil lo que nadie ha hecho por este país", dijo a la AFP el productor rural Hermes Santana, de 77 años, que soportó un fuerte calor para verlo de cerca.
Bolsonaro recorrió algunos metros a pie, estrujado por guardaespaldas y abriéndose paso entre una multitud frenética de seguidores que intentaban estrechar su mano y lo aclamaban con gritos como "Dios, patria, familia y libertad".
Luego se marchó a bordo de una camioneta, sentado en la caja, seguido por una pequeña caravana de motos y automóviles.
Bolsonaro, un excapitán del Ejército y ex diputado que gobernó Brasil entre 2019 y 2022, viajó a Estados Unidos el 30 de diciembre, dos días antes de la investidura del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, a quien nunca felicitó por su victoria el año pasado, que consideró "injusta".
El ex presidente estuvo ausente del país el 8 de enero, cuando miles de sus simpatizantes disconformes con la elección invadieron y vandalizaron las sedes de los poderes en Brasilia, un episodio que sacudió la democracia del país y por el que hubo más de mil 800 detenidos.
Bolsonaro, cuyo papel en la asonada está siendo investigado, declaró la semana pasada ante la policía federal por este caso, y volvió a negar su implicación.
Antes de embarcar de vuelta para Brasil, el 30 de marzo, aseguró que pretende "recorrer" el país, con hasta tres viajes mensuales, y prepararse junto a la oposición para las elecciones municipales de 2024.
Bolsonaro "está regresando, ahora va a empezar a recorrer Brasil, va a aparecer más, a mostrarse", dijo el comerciante John Alves, en Ribeirao Preto.
"Si Dios quiere, lo colocaremos de nuevo en el poder", agregó.
El exmandatario enfrenta en total cuatro investigaciones en la corte suprema, con penas susceptibles de prisión, y más de diez procesos administrativos en la justicia electoral por presuntos abusos políticos y económicos en las presidenciales de 2022, que podrían dejarlo fuera de los comicios en 2026.