Mastercard superó las previsiones de utilidades trimestrales, gracias a que la demanda de viajes se mantuvo firme frente a una economía turbulenta, y apostó por la resistencia del gasto de los consumidores a lo largo del año.
El alza de las tasas de interés y la persistente inflación han tenido escaso impacto en los consumidores más ricos, que siguen gastando en viajes y ocio, impulsando los volúmenes de transacciones de los procesadores de pagos.
Los ingresos netos aumentaron 11 por ciento a 5 mil 700 millones de dólares, por sobre las expectativas de 5 mil 640 millones.
“El gasto de los consumidores se ha mantenido notablemente resistente a pesar de la continua incertidumbre económica”, dijo Michael Miebach, presidente ejecutivo de la compañía, en una reunión con analistas.
La demanda reprimida de los consumidores también ayudó a Mastercard, impulsando un aumento de 35 por ciento en los volúmenes transfronterizos, un indicador de la demanda de viajes que hace un seguimiento del gasto en tarjetas más allá del país de su emisión.
“Las tendencias de recuperación transfronteriza siguen siendo constructivas, y el crecimiento del volumen internacional es fuerte”, señalan los analistas de KBW en una nota.
El volumen bruto en dólares, que representa el valor total en dólares de todas las transacciones procesadas, aumentó 15 por ciento en moneda local, hasta 2.1 billones de dólares.
Los resultados ponen el broche final a un trimestre desigual para las mayores empresas de tarjetas de Estados Unidos, en el que persiste la preocupación por una recesión inminente y una inflación que lleva décadas en máximos.
A principios de esta semana, Visa superó las estimaciones de beneficios, mientras que American Express las incumplió la semana pasada, debido a mayores provisiones.
Mastercard dijo que espera ingresos en el segundo trimestre en la parte media de los dos dígitos, más o menos en línea con las expectativas de Wall Street.
“Consideramos que las previsiones dejan suficiente flexibilidad para gestionar eficazmente la incertidumbre macroeconómica”, declaró Darrin Peller, analista de Wolfe Research.