Ciudad de México. Como en casi todos los deportes, en el futbol femenil ningún logro se dio sin una lucha previa. En una industria que genera millones de dólares en México, la mayoría de las jugadoras profesionales no recibe salarios dignos y sus derechos están sujetos a la lógica de negocio de un puñado de empresarios en la liga profesional. Con el apoyo de diferentes bancadas políticas, la ex mediocampista Ana Paola López Yrigoyen presentó en el Senado una iniciativa que adiciona diversas disposiciones a la Ley Federal del Trabajo y Ley General de Cultura Física y Deporte para revertir de manera urgente las asimetrías laborales entre mujeres y hombres.
López Yrigoyen, ex seleccionada nacional y politóloga por el ITAM, recordó el conflicto por la compensación equitativa que durante años enfrentaron las jugadoras de Estados Unidos en los tribunales, para lograr un acuerdo histórico con la US Soccer y compartir las ganancias de las Copas Mundiales con sus colegas masculinos.
Es curioso que México esté en la candidatura para organizar un Mundial, con el país que fue el primero en operar la igualdad salarial
, subrayó la poblana como contexto, a unos días de que se hiciera oficial la intención de las federaciones de ambos países de presentar una propuesta conjunta para la edición de 2027. Es un buen momento para que nuestro país se ponga a la altura. Las mujeres están encontrando un mundo que quiere cambiar, después de hacernos invisibles y no vernos como iguales
.
Dado que la legislación vigente en el país no contempla mecanismos para lograr la igualdad efectiva dentro del deporte, la iniciativa promueve en seis puntos base la igualdad salarial, garantizar el acceso a las diferentes disciplinas obligando al estado y a sus instituciones a incluirlas dentro de su política de paridad, un mayor reconocimiento en lo que respecta a premios, bonos, viáticos y be-cas, además de erradicar las violencias que van desde las agresiones verbales hasta el hostigamiento laboral y acoso.
Cuando empezó la liga profesional había sueldos menores al salario mínimo actual, de 800 pesos al mes menos comidas. Los números ahora son mucho peores, porque mientras un salario promedio en la femenil es de 7 mil pesos al mes para alguien que acaba de debutar, en el varonil puede llegar a los 600 mil. Las mujeres siempre cargan con una doble responsabilidad: no sólo tienes que hacer lo mismo que los hombres, sino mejor pa-ra que tenga un mayor valor. ¿Por qué?
, continuó en su presentación.
Aunque al Senado no acudió ningún directivo de alto rango del futbol ni de otros deportes de alto rendimiento, la ex jugadora del Pachuca, Pumas y Cruz Azul consideró que el proyecto de cambio no busca modificar de golpe las leyes del mercado, sino más bien se trata de un asunto de justicia.
Abogar por una paridad salarial con base en un sueldo base, digno, que no es igualar de manera inicial todo, no tendría por qué ser una barrera. No se trata de modificar el mercado de golpe, es un asunto de justicia. En la Liga de Expansión, que no es primera división, el salario promedio es de 30 mil pesos mientras en la femenil, que sí es primera, es de 7 mil. Hay una diferencia en cuestión de fondos. Esto es un intento de que el futbol de mujeres sea una realidad no empobrecedora
, concluyó.