Ciudad de México. La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) prevé para este año una caída en la producción de maíz blanco y de frijol; en consecuencia, se espera un aumento en esas importaciones.
Las expectativas agroalimentarias 2023 del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) estiman para este año la compra de 707 mil toneladas de maíz blanco, 7 por ciento más en la importación de ese grano del cual el país ha sido autosuficiente.
Para el ciclo de mercado octubre 2022-septiembre 2023, el informe calcula una producción de 23.1 millones de toneladas, 1.8 menos que en el ciclo anterior, lo que obligará a incrementar la compra en el exterior.
El organismo de información espera que en el ciclo 2022/2023 caiga en 17.8 por ciento la producción de otro alimento básico, el frijol, por las afectaciones climáticas.
El país producirá 979 mil toneladas, por lo que las importaciones subirán 126.2 por ciento y se comprarán 147 mil toneladas.
Asimismo, las compras de maíz amarillo, que han tenido marcas históricas, seguirán al alza. El cálculo del SIAP para la cosecha de ese grano en el ciclo octubre 2022-septiembre 2023 es de 3.4 millones de toneladas, 5.5 por ciento más comparado con el ciclo anterior, pero las importaciones pueden llegar a 16.7 millones de toneladas, 0.2 por ciento más.
En México, ese grano se destina básicamente al sector pecuario.
El impacto de Ucrania
En marzo pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estimó que la producción mundial de maíz para el ciclo 2022/2023 será de mil 147 millones de toneladas, lo que representa una caída de 5.6 por ciento sobre el ciclo anterior.
La causa principal es el desplome de 36 por ciento en la cosecha de Ucrania, en comparación con el año anterior.
El precio nacional del grano está determinado por la cotización internacional. En enero de 2023 los productores cobraron a 6 mil 730 pesos por tonelada, 20.8 por ciento más que en el mismo mes del año anterior, indicó el SIAP.
Agregó que en 2022 la producción de fertilizantes fue de casi 1.7 millones de toneladas, 18.5 por ciento menos que en 2021 y 27.6 por ciento inferior a 2020.
Esa tendencia viene desde hace una década y se ha reforzado recientemente por el encarecimiento de energéticos originado por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por otra parte, el consumo nacional de fertilizantes el año pasado fue de 6.1 millones de toneladas, 6.9 por ciento menos que en 2021 debido al encarecimiento del insumo tras las limitaciones a la movilización de mercancías por medio del Mar Negro, indicó el SIAP.