Washington. Una compañía japonesa perdió contacto con su nave espacial momentos antes de aterrizar en la luna, diciendo que la misión aparentemente había fallado.

Las comunicaciones cesaron cuando el módulo de aterrizaje descendió los últimos 33 pies (10 metros), viajando a unas 16 mph (25 kph). Los controladores de vuelo miraban sus pantallas en Tokio, inexpresivos, mientras pasaban los minutos sin noticias del módulo de aterrizaje, que se presume se estrelló.

“Tenemos que asumir que no pudimos completar el alunizaje en la superficie lunar”, dijo Takeshi Hakamada, fundador y director ejecutivo de la empresa ispace.

Una hora más tarde, señaló que no podía confirmar que el módulo de aterrizaje se había estrellado y le dijo a The Associated Press que los ingenieros deberían tener una mejor idea más tarde en el día de lo que salió mal.

Si todo hubiera ido bien, su compañía habría sido la primera empresa privada en realizar un alunizaje. Hakamada prometió volver a intentarlo, diciendo que ya se está trabajando en un segundo moonshot para el próximo año, independientemente del resultado del miércoles.

Solo tres gobiernos han aterrizado con éxito en la luna: Rusia, Estados Unidos y China. Una organización israelí sin fines de lucro intentó aterrizar en la luna en 2019, pero su nave espacial fue destruida por el impacto.

El módulo de aterrizaje japonés de 7 pies (2,3 metros) llevaba un mini rover lunar para los Emiratos Árabes Unidos y un robot de juguete de Japón diseñado para rodar en el polvo lunar. También había artículos de clientes privados a bordo.

Nombrada Hakuto, japonés para conejo blanco, la nave espacial había apuntado al cráter Atlas en la sección noreste del lado cercano de la luna, más de 50 millas (87 kilómetros) de ancho y poco más de 1 milla (2 kilómetros) de profundidad.

Tomó una ruta larga e indirecta hacia la luna después de su  despegue en diciembre  , enviando fotos de la Tierra a lo largo del camino. El módulo de aterrizaje entró en órbita lunar el 21 de marzo.

Para este vuelo de prueba, los dos experimentos principales fueron patrocinados por el gobierno: el rover Rashid de los EAU de 22 libras (10 kilogramos), llamado así por la familia real de Dubái, y la esfera de tamaño naranja de la Agencia Espacial Japonesa diseñada para transformarse en un robot con ruedas en la luna.

Con un satélite científico ya alrededor de Marte y un astronauta a bordo de la Estación Espacial Internacional, los Emiratos Árabes Unidos buscaban extender su presencia a la Luna.

Fundada en 2010, ispace espera comenzar a generar ganancias como un servicio de taxi de ida a la luna para otras empresas y organizaciones. La compañía ya ha recaudado 300 millones de dólares para cubrir las primeras tres misiones, según Hakamada.

“Seguiremos adelante, nunca abandonaremos la búsqueda lunar”, dijo. La luna vuelve a estar repentinamente caliente, con numerosos países y empresas privadas clamando por subirse al carro lunar..China ha aterrizado con éxito tres naves espaciales en la luna desde 2013, y Estados Unidos, China, India y Corea del Sur tienen satélites que actualmente giran alrededor de la luna.

El primer vuelo de prueba de la NASA en su nuevo programa Moonshot, Artemis, llegó a la Luna y regresó a fines del año pasado, allanando el camino para que lo sigan cuatro astronautas a fines del próximo año y otros dos para aterrizar en la Luna un año después.
La Tecnología Astrobótica de Pittsburgh y las Máquinas Intuitivas de Houston tienen módulos de aterrizaje lunar esperando en las alas, listos para ser lanzados a finales de este año a instancias de la NASA.
Hakuto y la nave espacial israelí llamada Beresheet fueron finalistas en la competencia del Premio Google Lunar X que requería un aterrizaje exitoso en la luna para 2018. El gran premio de $ 20 millones no fue reclamado.