Berlín. Activistas climáticos del grupo alemán "Letzte Generation" (Última Generación) bloquearon el lunes desde temprano el tráfico en unos treinta ejes de Berlín para presionar al gobierno de Olaf Scholz.
"Ya no aceptamos que el gobierno no tenga un plan para detener la destrucción de la base de nuestra existencia", declaró carla Rochel, portavoz del movimiento Última Generación.
Un portavoz de la policía berlinesa le dijo a AFP que identificó acciones de protesta en 33 lugares de la capital alemana, principalmente en la circunvalación donde los activistas pegaron sus manos al asfalto, como es su costumbre, para presionar al gobierno.
Las fuerzas de seguridad intentaron sacar a los manifestantes, vestidos la mayor parte del tiempo con un chaleco naranja de seguridad, sentados en pequeños grupos de dos o tres, con las piernas cruzadas y con los pantalones y las manos desnudas pegadas al asfalto.
Las acciones fueron condenadas por Christian Lindner, Ministro de finanzas, quien aseguró en Twitter que "ningún motivo, por noble que sea, puede ocultar el hecho de que el bloqueo de Berlín no es más que violencia física". Así mismo, Steffen Hebestreit, portavoz del canciller Olaf Scholz dijo: "No apoyamos tales formas de protesta".
Se realizaron alrededor de 200 arrestos indicó en Twitter la Ministra regional del interior, Iris Sprangen.
Se produjeron "interrupciones masivas en el tráfico", por lo que unos 500 agentes tuvieron que ser desplegados para asegurar las calles y desalojar a los manifestantes de más de 30 sitios de protesta, precisó una portavoz de la policía de Berlín.
"Es relativamente simple reducir las emisiones. El 10% de las personas más ricas consumen en Alemania tanta energía como el 50% de las más pobres", afirmó Raphael Thelen.
La presidenta del grupo parlamentario de los Verdes, Britta Hasselmann, manifestó dudas sobre la utilidad de las acciones de bloqueo en Berlín. Son "no productivas", estimó en el canal público ARD, para movilizar a la sociedad en torno a la protección del medio ambiente.
El grupo Última Generación llamó la atención en los últimos meses con varias acciones de desobediencia civil, bloqueando vías importantes o arrojando diferentes sustancias sobre pinturas en los museos.
Cientos de procedimientos judiciales están en curso por estas acciones.
El gobierno tiene objetivos climáticos ambiciosos, pero los activistas dudan de su capacidad para cumplir sus compromisos, como producir el 80% de electricidad a partir de energías renovables a partir de 2030.