Jartum. Los combates callejeros entre las fuerzas de los dos generales rivales decayeron anoche en algunas partes de la capital de Sudán, informaron testigos, tras repetidos llamados a un alto el fuego por el fin de la fiesta musulmán del Ramadán.
El ejército anunció el viernes que había “acordado un alto el fuego de tres días” para “permitir a la población celebrar el Aíd al Fitr y facilitar la llegada de servicios humanitarios”, como lo pidieron el secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, y el secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken.
El Aíd marca el fin del mes sagrado musulmán del Ramadán.
Al menos 413 personas han muerto y 3 mil 551 resultaron heridas desde que estallaron los combates el 15 de abril entre fuerzas leales al jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y su subalterno Mohamed Ahmed Daglo, líder del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).
Testigos en varias partes de Jartum reportaron un raro declive en los combates la noche del viernes, luego de que la ciudad se viera sacudida por explosiones por séptimo día consecutivo.
El Aíd es para pasar “con dulces y pasteles, con niños felices y gente visitando familiares”, comentó a la agencia de noticias Afp un habitante de la ciudad, Sami al Nour. Por el contrario, ha habido “tiroteos y la pestilencia de la sangre a nuestro alrededor”.
Daglo señaló en un comunicado por internet que había “discutido la actual crisis” con Guterres y que está “enfocado en la tregua humanitaria, pasaje seguro y protección de los trabajadores humanitarios”.