Eloxochitlán, Hgo., Un hedor que se percibe a 200 metros del resumidero o grieta natural del lecho seco de la laguna de Metztitlán, donde miles de peces se pudren. El panorama es desolador para los lugareños y para los pescadores, un desastre.
En un recorrido, La Jornada verificó que las lanchas de los habitantes del pequeño poblado de Hualula, municipio de Eloxochitlán, yacen encalladas en la arena del extinto cuerpo de agua.
Junto a las pequeñas embarcaciones de madera aún se encuentran las redes de pesca y en ellas un gran número de carpas secas y podridas que se quedaron atrapadas cuando el nivel del agua bajó a causa de las temperaturas de más de 40 grados centígrados y por la falta de lluvias en la sierra hidalguense.
Esta es la segunda vez en tres años que la laguna, ubicada entre los municipios de Metztitlán y Eloxochitlán, se queda sin agua a causa de la sequía. Hace dos meses empezó a desecarse.
Lo que era una laguna de agua azul en cuyas orillas acampaban familias de Hualula y turistas en vísperas y durante Semana Santa quedó convertido en pequeños charcos de agua verdosa pestilente y lodo.
Entre el lecho de arena café hay algunas zonas blanquecinas por el gran número de truchas muertas, donde los zopilotes revolotean.
Roberto Arellano, uno de los pescadores, explicó que en el lago había mojarras, carpas, bagres y truchas.
Relató que el pasado 17 de abril el nivel del líquido bajó entre 30 y 40 centímetros en algunas partes del cuerpo lagunar, lo que provocó que los peces comenzaran a amontonarse y morir. Ese día, los vecinos del poblado recolectaron el pescado fresco que pudieron llevar en cubetas. El martes y el miércoles algunos residentes acudieron a recoger truchas y carpas, a pesar de que muchas ya estaban putrefactas y cubiertas de moscas.
Ante el riesgo de que los lugareños siguieran recogiendo el pescado para venderlo o consumirlo, el jueves las autoridades municipales cerraron el paso a la zona y acordonaron los alrededores.