Aun cuando se congratuló nuevamente por la entrega de la medalla Belisario Domínguez a la escritora Elena Poniatowska, el presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó la actuación de algunas senadoras en especial, Lily Téllez, “gente que recomendé y nos traicionaron(…) Imagínense cuántas traiciones en un proceso de transformación”.
Para reiterar su admiración a Poniatowska, el mandatario difundió en la pantalla su mensaje en redes sociales que envió ayer:
“En esta ocasión no erraron los senadores al otorgar la Medalla Belisario Domínguez a Elena Poniatowska, Elenita es la mejor escritora de nuestros días, la más inteligente, pero sobre todo la que ha estado siempre con los que sufren y luchan por los demás. Es una santa laica”. Y agregó “es una escritora, intelectual, ha estado pensando en los otros, en los desposeídos, en los olvidados, es una santa laica”.
Durante su conferencia de prensa, a la luz de lo sucedido en el recinto del Senado durante la ceremonia, ratificó su decisión de no haber acudido, “imagínense exponerme a una humillación, un escándalo, agresión verbal, lo que harían los medios de manipulación. Eso sería una joya”. Recordó otros momentos de provocaciones, dijo, como el ocurrido recientemente en Ciudad Juárez, en ocasión de la tragedia de los migrantes.
-¿Condena lo de Lily Téllez?
-No, es normal. Además yo soy responsable en buena medida porque yo la propuse.
A pregunta expresa sobre lo sucedido, dijo que ha cometido muchos errores en su gestión y recordó que fue él quien sugirió sumar a Téllez al movimiento, pero “hay quienes no tienen convicciones, ni principios. Me tocó a mi proponerla a Alfonso Durazo. Se requiere de sumar esfuerzos, voluntades, le dije y hasta se sorprendió”.
En este contexto, el mandatario citó varios casos de quienes ha confiado: “el otro del IMSS, Germán Martínez. los ministros de la Corte, la señora Margarita Ríos Farjat, el ministro (Juan Luis González) Alcántara. Por eso, primero uno debe actuar de buena fé. Hay que respetar las opiniones y las libertades, y tener paciencia, prudencia.
Como parte de su alusión narró la fábula del sapo y el escorpión, en la que este último, después de implorar al sapo que lo salve de una inundación, cuando éste lo hace, al llegar a un lugar seguro, lo pica traicionandolo: “es mi naturaleza”.
Pese a ello, dijo, no hay que alarmarse, porque traicones ha habido muchos en la historia, desde los padres de la patria, Juárez, la vil traición del asesinato de Francisco I Madero, la traición a Zapata.
Ahora, “los que eran supuestamente de izquierda, están ya en las filas del conservadurismo, o los que eran de derecha y están vinculados con quienes antes militaban en la izquierda. Todo este contubernio, toda esta promiscuidad política, no hay principios no hay ideales”.