Toluca, Méx. Hace doce años, cuando concluía el periodo de Enrique Peña Nieto como gobernador del estado y su sucesor, Eruviel Ávila estaba en campaña, Delfina Gómez Álvarez no tenía ninguna relación con la vida política del estado y del país. La maestra, como se le conoce coloquialmente, era directora de una escuela secundaria en su natal Texcoco. En tanto Alejandra del Moral Vela terminaba su periodo como presidenta municipal de Cuautitlán Izcalli, siendo una de las alcaldesas más jóvenes del país.

Hoy, Delfina Gómez, con 60 años y Alejandra del Moral, con 39 años, contienden por su cuarto cargo de elección popular; la gubernatura del estado de México.

Delfina Gómez inició tarde su carrera política, pues a inicios del 2012 fue convencida por el hoy senador de la república, Higinio Martínez Miranda y por Horacio Duarte Olivares, --hoy su coordinador de campaña--, de competir por la presidencia municipal de Texcoco.

Higinio Martínez y Horacio Duarte, líderes del denominado Grupo de Acción Política (GAP) habían renunciado meses antes al PRD, partido en el que militaron por más de 20 años y se unían al movimiento de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo no tenían partido para postular a Delfina a la alcaldía de Texcoco.

Fue entonces que negociaron con Convergencia --hoy Movimiento Ciudadano—y de manera sorpresiva Delfina Gómez ganó la presidencia municipal frente a uno de los cuadros priistas con más trayectoria y dinero dentro de la clase política mexiquense, Manuel Cadena Morales, quien había sido secretario general de Gobierno durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, y era ahijado político del líder sindical Fidel Velázquez.

Con un perfil netamente ciudadano, Delfina asumió la presidencia de Texcoco y gracias a la cercanía con la gente en el 2015, contendió ya bajo las siglas de Morena, por el distrito electoral federal de Texcoco que también abarcaba Chimalhuacán. El reto era mayúsculo, pues Delfina tenía que derrotar a los antorchistas, un grupo de choque priista, que dominaba Chimalhuacán. Por segunda ocasión Delfina dio la sorpresa y no solo ganó su curul en San Lázaro, sino fue la diputada federal de Morena más votada en esa elección.

Ahí comenzó su cercanía con Andrés Manuel López Obrador, quien vio en ella arrestos para contender por la gubernatura en 2017 y estuvo a solo 2 puntos de ganar la contienda. En esa elección, Delfina sacó más votos que el priista Alfredo Del Mazo, quien a la postre fue gobernador, gracias a los 300 mil sufragios que le aportó su entonces aliado el Partido Verde Ecologista.

Para 2018, Delfina, ya con un amplio posicionamiento entre el electorado mexiquense, ganó la senaduría de la república en fórmula con Higinio Martínez, quienes se impusieron a la fórmula priista conformada por el ex gobernador César Camacho y Alejandra del Moral, quien había dejado de ser presidenta del PRI estatal.

En los últimos cuatro años y medio, Delfina dio un salto cualitativo en su carrera, pues a meses de haber llegado al Senado pidió licencia para integrarse al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien la nombró delegada de los programas del Bienestar en el estado de México y luego la hizo titular de la Secretaría de Educación Pública, cargo al que renunció en agosto pasado, para enfocarse en su postulación a la gubernatura mexiquense.

En tanto, Alejandra Del Moral siempre estuvo relacionada con la vida política del estado. Su papá Ismael Del Moral fue un prominente militante del tricolor en Cuautitlán Izcalli e incluso en el 2000 fue candidato a presidente municipal, pero perdió frente al PAN. Seis años después, su hija, Alejandra, fue postulada por el PRI por la alcaldía de Izcalli y ganó para arrebatarle el municipio al PAN, quien lo gobernó durante seis años.

Ahí comenzó el despegue de Del Moral en la vida política del estado. Fue cobijada por Peña Nieto y por uno de sus hombres más cercanos, Luis Videgaray, quien después en 2012, la recomendó para que fuera candidata a la diputación federal, cargo que ganó, pero en 2014 abandonó la curul, pues Videgaray la nombró como directora de Bansefi, lo que hoy es el Banco del Bienestar.

Tras casi dos años al frente de Bansefi, Del Moral fue llamada por el gobernador Eruviel Ávila para ocupar la secretaría del Trabajo, en la recta final de su mandato, pero Peña Nieto, la hizo presidenta del partido en el estado, durante la campaña de Alfredo del Mazo a la gubernatura.

Como premio por haber sacado avante la elección del 2017, Peña y Del Mazo la hicieron candidata al senado, pero perdió frente a Delfina.

Del Mazo la rescató y le encargó de nueva cuenta la presidencia del PRI estatal, con el objetivo de levantar al partido de lona en que lo dejó Morena en el 2018, donde sólo ganaron uno de los 45 distritos locales y perdieron la mayoría de los municipios que gobernaban.

Durante tres años, Del Moral recorrió el estado, renovó las estructuras municipales del tricolor y para 2021, le recomendó a Del Mazo aliarse con el PAN y el PRD para poder competirle a Morena. La alianza se selló, y el PRI con apoyo de los azules y amarillos lograron recuperar varios municipios importantes, como Toluca, Tlalnepantla, Metepec, La Paz, además de que el PAN se quedó con Naucalpan, Atizapan e Izcalli.

La alianza obtuvo más votos que Morena en esa elección y demostraron, según palabras de la ahora candidata a la gubernatura “que Morena no es invencible”.

Hoy, las dos candidatas se vuelven a encontrar con un saldo favorable a favor de Delfina Gómez, quien ya la derrotó en 2018 y según las encuestas, a 45 días de la elección, le saca una ventaja de 20 puntos en las preferencias electorales.

Alejandra confía en la operación de su partido para ganar. “Ya les ganamos en 2021 y lo podemos hacer de nuevo”. Hace un par de días en una reunión con las estructuras tricolores, Del Moral arengó a sus operadores: “Salgan y hagan lo que saben hacer, para bien o para mal. Ahora queremos una constancia de mayoría, no de buena conducta. Salgamos a ganar la elección”.