La pérdida de vegetación afecta la existencia de especies de fauna, cuyas poblaciones han ido a la baja y se estima que el 50 por ciento de la cobertura original de vegetación se ha transformado, sobre todo por el cambio de uso de suelo; tan sólo entre 2001 y 2021, la tasa de deforestación se duplicó, al pasar de 79 mil hectáreas a 167 mil, señalaron expertos.
Rodolfo Dirzo de la Universidad de Stanford sostuvo que el 70 por ciento de la superficie terrestre ha tenido cambio de uso de suelo y los fondos oceánicos están seriamente afectados. Ejemplificó que la selva lacandona ha sufrido una gran transformación por el monocultivo de la palma de aceite.
Explicó que con la pérdida de vegetación se da un proceso de defaunación, en lo cual también contribuye el tráfico ilegal de especies y su sobreexplotación. Apuntó que durante las últimas cuatro décadas se ha dado un declive de las especies y el 50 por ciento de las poblaciones de ellas han caído en el planeta. Hay ausencia de grandes animales, los ganadores son especies menores, como los roedores, dijo durante el foro Las implicaciones para México en la pérdida de biodiversidad convocado por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM.
A su vez, Enrique Martínez-Meyer, del Instituto de Biología de la UNAM consideró que entre las causas de la defaunación en el país, están que la mitad de la cobertura original se ha transformado, la expansión de la ganadería en el sur y sureste, y los bosques tropicales han sido los más afectados.
Entre el 80 y 90 por ciento de las especies de plantas en los bosques corresponde a hierbas y arbustos, entre cuyas funciones están retener nutrientes y fijación de nitrógeno, claves en el hábitat de vida silvestre donde encuentran refugio y sitios de anidamiento, sostuvo Enrique Jardel del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
En su intervención agregó que muchas veces se hacen reforestaciones y se elimina esa vegetación, con ello sus funciones ecológicas, “en el suelo se encuentra la mayor biodiversidad de los ecosistemas forestales, con hongos, invertebrados, que tienen funciones clave como la descomposición de la materia orgánica. La conservación de esta biodiversidad es base para el funcionamiento de los ecosistemas forestales, que van más allá de los árboles”.
El calentamiento global a fin de siglo reducirá la diversidad oceánica tropical a nivel sin precedentes, a lo que se suma la contaminación que viene del continente y la que se genera en los océanos, la zona costera es la más afectada, los pantanos y humedales, sostuvo Elva Escobar del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
Ejemplificó que en Quintana Roo se analizó lo que se desecha al mar y se encontró desde cafeína, medicamentos, y otro tipo de drogas que van al arrecife y lo afectan, además del impacto que deja el sargazo. Estimó que el impacto en la pesca será que las especies irán desapareciendo, porque se moverán a zonas frías que estarán más oxigenadas.