Ciudad de México. El impacto de la relocalización de empresas —fenómeno conocido como nearshoring— en la economía mexicana es limitado. El país no ha captado la suficiente Inversión Extranjera Directa (IED). Tan solo el sector manufacturero a lo largo de todo el año pasado recibió inversiones por 12.7 mil millones de dólares, una cifra similar a lo observado durante la pandemia de covid-19, reveló BBVA México.
Si bien existe el potencial necesario para que estas inversiones den un mayor dinamismo a la economía, es necesario que el país incentive la inversión privada y recobre la confianza de los inversionistas, “la cual sigue mermada tras las decisiones que la actual administración federal ha tomado en perjuicio de los inversionistas”.
Según el informe Regional Sectorial del banco, para aprovechar todas las oportunidades que ofrece el nearshoring sería necesario “un viraje en la política energética que garantice a las empresas que decidan instalarse en México que tendrán una oferta confiable de electricidad a precios competitivos y no contaminante”.
“Recordando que si bien el nearshoring es una oportunidad histórica donde México se distingue por ser un candidato fuerte, es una ventana que posiblemente se cerrará en el mediano plazo”, dijo el banco.
El banco precisó que, si se considera la participación de México en las importaciones estadunidenses y la inversión extranjera directa, el país se encuentra “muy por detrás” de otras naciones que parecen ser hasta el momento los mayores ganadores del éxodo de corporaciones desde China.
“En términos de recepción de IED sólo algunos subsectores manufactureros, y en ciertas regiones, presentan crecimiento en cuanto a lo acumulado en los últimos cinco años lo que sugiere que, si el país está experimentando un efecto positivo, éste sigue siendo muy acotado”, puntualizó BBVA.
Detalló que las encuestas disponibles sugieren que a nivel de empresa se percibe cierto efecto positivo por nearshoring, no sólo en términos de producción, sino también en la evolución reciente y futura del sector inmobiliario industrial que sugiere cierto impulso manufacturero en el futuro.
“Consideramos que el potencial del país para aprovechar el actual proceso de nearshoring existe y persiste, al tener una plataforma de exportación manufacturera de las más desarrolladas y competitivas del mundo, y un tratado de libre comercio moderno con América del Norte”, expuso.