Ciudad de México. Luego de más de ocho horas de sesión, el Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) votó por mayoría discutir la propuesta de llevar a cabo la recalendarización de actividades a pesar de que no se ha levantado el paro en las cinco unidades.

El acuerdo propone el análisis, discusión y aprobación, en su caso, de una modificación al calendario escolar que permita fijar una fecha de reinicio para concluir las actividades docentes del trimestre 23-1, respetando los procesos de diálogo que tiene lugar en las unidades universitarias. Hasta el cierre de esta edición faltaba que la propuesta se aprobara.

Sin embargo, el punto a discutir generó inconformidad en la comunidad académica. Recordaron que la principal exigencia de las estudiantes en paro es la garantía del Derecho de las Mujeres a Vivir Libres de Violencia y no ha sido debidamente garantizado en ninguna de las mesas de negociación por parte de las autoridades.

Las académicas feministas de las cinco unidades, señalaron que la posible aprobación de una recalendarización con miras a retomar clases el 24 de abril, es contraria al reconocimiento institucional de las demandas de los estudiantes en paro.

Consideraron que teniendo en cuenta los avances y logros en los procesos de diálogo, no es el momento oportuno para plantear dicha recalendarización que implicaría el inminente regreso a clases, incluso de manera virtual, lo que vulnera la continuidad de los procesos de diálogo y crea de condiciones de mayores confrontaciones entre la comunidad.

Al respecto, Uriel Saldaña, del Sindicato Independiente de Trabajadores de esa institución (Situam) apuntó que este punto número que involucra una modificación del calendario que permita concluir las actividades docentes del trimestre 23-I afectada por la toma de las instalaciones en las cinco unidades universitarias, “es un acto de violencia institucional que muestra con toda nitidez lo profundo del problema y la negativa de los órganos personales de la universidad, a reconocer el problema de violencia contra la comunidad que deriva de sus decisiones”.

Agregó que “la sola convocatoria es una decisión arbitraria, violatoria de la legitimidad y el reconocimiento otorgados a las razones de la suspensión de actividades docentes en la universidad, ya que, sin acuerdos de las y los interlocutores que fueron reconocidas y reconocidos enfáticamente en el intercambio de pliegos petitorios respuestas y reuniones celebradas luego del 10 de marzo”.

Recordó que la UAM atraviesa una de las crisis de autoridad más amplias de toda su historia. “Han transcurrido 37 días desde el inicio del paro estudiantil más largo del que se tenga memoria. Estudiantes de las cinco unidades, principalmente mujeres, externaron un enfático ¡¡ya basta!! contra las acciones de violencia de género que cotidianamente sufre dentro de nuestras instalaciones.

“Pero no se trató, solamente, de un llamado de atención por agresiones personales, sino de evidenciar cómo un acto de violencia individual, puede alcanzar, y alcanzó, el grado de violencia institucional dentro de nuestra universidad. La falta es grave. El daño irreparable. Pero lamentablemente, la movilización de las estudiantes en estas cinco semanas ha mostrado que no se trata de un hecho aislado sino un patrón de comportamiento que se había omitido”.