Ciudad de México. La Autoridad del Centro Histórico (ACH), reconoció la necesidad de proteger los espacios verdes de los antiguos parques y jardines localizados en la zona ante la creciente presencia de particulares que los utilizan para entrenar mascotas.
En tanto ciudadanos advierten la necesidad de proteger las áreas verdes, que “tanto necesita la Ciudad de México”, ante el daño que se está haciendo a los árboles y plantas el incremento de este negocio.
Y es que de parques como La Alameda Central, el parque más viejo de America Latina, recuperado en 2012, cada día se daña más estos espacios, sin que nadie proteja las áreas verdes, denuncian.
Al respecto la Coordinación de la ACH, Manuel Oropeza, indicó que ante la problemática se requiere trabajar con las Secretarías de Obras y Servicios Urbanos, de Seguridad Ciudadana, y Finanzas que es la que administra la Alameda para ver que “acciones se podrían tomar a partir de un diagnóstico”.
Los parques y plazas, “particularmente en el Centro Histórico, son muy antiguos y no estan pensados ni diseñados para esta realidad que son las mascotas”, reconoció.
De hecho más que eliminar las áreas jardineras, “se tiene que ampliar el espacio verde en el Centro Histórico cosa que no es sencilla”.
Ademas se requiere de acciones de contención permanente para evitar la presencia de comerciantes ambulantes para evitar que continúe el deterioro de este parque.
Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño, advierte que crear espacios para entrenar mascotas a costa de perder áreas verdes que “tanto necesita la Ciudad para mejorar el medio ambiente y sus habitantes para su esparcimiento es un error”.
Indicó que es entendible que haya “un impulso del cuidado de los animales y que por ese impulso muchas personas lleven a sus mascotas no solamente a pasear sino a entrenar a los parques”.
Sin embargo, “también hay que decirlo, es un abuso porque si bien un entrenador llega y entrena a la mascota también hay que decir que es un negocio del entrenador”.
Al mismo tiempo es un error que las alcaldías no impulsen espacios adecuados y privados para entrenar a las mascotas a fin de que el desarrollo de este negocio “no sea a costa de cederles los espacios verdes y públicos”.