Con una versión muy singular
de la trágica historia de amor y muerte de Bodas de sangre, de Federico García Lorca, debutará hoy en el ámbito escénico nacional la Compañía Migrante, una nueva agrupación mexicana de teatro musical cuyo elenco se identifica en su totalidad como migrante y en el que varios de sus integrantes tienen una formación profesional ajena a la actuación.
Este proyecto es resultado de un taller de teatro para personas que han tenido que dejar sus lugares de origen, impartido el año pasado en la capital del país por el joven dramaturgo y director escénico Omar Olvera Calderón (Ciudad de México, 1987), como parte de un programa auspiciado por la Unión Europea (UE).
Denominada Transmigrarts, esta iniciativa tiene su matriz en la Universidad de Toulouse, Francia; en ella participan científicos e investigadores de diversas naciones para estudiar el fenómeno de la migración y cómo el arte puede ayudar a transformar la vulnerabilidad de las personas, señala el creador escénico en entrevista.
Es una investigación de diversas universidades de América Latina y Europa, con la participación de especialistas en diferentes campos, entre antropólogos, sicólogos, sociólogos, gente de la educación, las artes y la medicina, a fin de estudiar el efecto transformador del arte sobre las personas vulnerables, en este caso los migrantes. Es un proyecto muy interesante, tuvimos un primer encuentro en Granada, España, el año pasado, y otro más adelante en Medellín, Colombia
, explica.
“Mi misión es escribir una obra de teatro musical sobre arte y migración que se estrenará en Madrid en 2025. Para ello, viajaré a Francia en julio para presentar el primer adelanto, titulado Taller de migrantes: Un nuevo musical.”
A su decir, la migración es un tema capital en el mundo contemporáneo, dados los numerosos desplazamientos humanos que por diferentes motivos se presentan a lo largo del planeta y los graves problemas sociales que se generan, como la xenofobia, que comienza a enraizarse
, así como el racismo.
El creador escénico destaca que en el taller pudo atestiguar de primera mano
la hipótesis del programa Transmigrarts: que el arte funciona como un invaluable acompañante para aquellos que han tenido que abandonar sus lugares de origen y los ayuda a enfrentar los obstáculos que encaran en ese proceso.
Compañeros de soledad y nostalgia
Fue una experiencia de un año en la que una veintena de participantes –provenientes de Estados Unidos, Brasil, Colombia, Francia y Venezuela, así como de diferentes regiones de México– aprovecharon ese ejercicio para hacer redes, practicar su español y compartir sus problemas, detalla.
Lo primero que afrontan los migrantes, según nos compartieron, es la distancia, nostalgia por lo que dejan. Lo más difícil es que en un principio están completamente solos, comenzando una nueva vida. Entonces, los que estaban en esa situación se apoyaban en los que ya habían pasado por esa transición. Algo muy importante es que se abrieron a compartir sus vivencias, incluso cosas íntimas y delicadas
, agrega.
Había un ambiente de mucha confianza, mucha empatía. Entonces, al convertir sus historias en ficción, a la hora de que otro compañero las tomaba para volverlas una canción, una obra de teatro, un dibujo, cobraban otro sentido, y esos migrantes pudieron ver sus historias como espectadores. Eso les ha permitido tener otra reflexión, otra perspectiva sobre lo que han vivido, y de esa manera adquieren más herramientas de resiliencia para continuar.
Tal fue la energía y el nivel de entendimiento y cohesión que se logró a lo largo del taller, que todos sus participantes, incluyendo a los directores escénico, musical y coreográfico, decidieron constituirse de manera formal como agrupación de teatro, resalta Omar Olvera.
La Compañía Migrante nace con un elenco inicial de 18 intérpretes provenientes de España, Brasil, Venezuela, Turquía, Francia, Ucrania y diversas entidades mexicanas, como Nuevo León, Colima, Coahuila, Tabasco y estado de México.
Su rango de edad es de 25 a 40 años. Una de las particularidades es que no todos son actores de formación: hay una arquitecta, un chef, un ingeniero y un administrador, entre otras carreras, además de dos bailarines, un actor y un cantante profesionales
, precisa el director y dramaturgo, quien señala que la compañía debutará con una versión muy singular de Bodas de sangre.
Es un musical con una adaptación muy a la mexicana. Trasladamos la historia al contexto del México actual y la adaptamos para que suceda en una vecindad. Hay una boda muy a la mexicana y canciones del repertorio popular de nuestro país. Ha sido una oportunidad para reflexionar sobre la violencia de género y el alcoholismo.
El montaje, con una hora de duración, será presentado en dos funciones en la Casa Refugio Citlaltépetl (Citlaltépetl 25, colonia Hipódromo Condesa), el 15 de abril a las 12 horas, y el miércoles 26 a las 19 horas, ambas con entrada libre.