Ciudad de México. La plataforma de inteligencia artificial (IA) más popular en la actualidad, el Generative Pre-trained Transformer (ChatGPT), es capaz de escribir un poema original
, pero no puede resolver a la primera
un problema de olimpiada de matemáticas.
Si bien ese hecho tiene entusiasmados a muchos matematletas que en 15 minutos o menos resuelven planteamientos de álgebra, teoría de números, geometría o combinatoria, mientras una IA torpe requiere hasta hora y media para aprender
a responder correctamente el mismo desafío, no se trata de que una u otra mente
sea más o menos capaz.
Existe una gran confusión en torno a la IA, señala el doctor en matemáticas Héctor Flores, pues la mayoría de las personas creen que, en general, hay un solo tipo de actividad cognitiva, y no es así.
El profesor investigador de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en entrevista con La Jornada, explicó que “las computadoras y los seres humanos estamos diseñados para hacer cosas muy diferentes. Sin embargo, nos empeñamos en convertir a los niños en computadoras y viceversa. A los pequeños los ponemos a memorizar datos, como sucede con quienes practican cálculo mental. Una persona batalla mucho para aprender eso que a una máquina se le facilita.
“En cambio, un niño de tres años puede fácilmente distinguir un perro de un gato, pero en una computadora deben trabajar decenas de especialistas e invertir millones de pesos para suministrarle una amplia base de datos a fin de crearle una red neuronal que procese esa información y medio pueda hacer la diferencia entre ambos animales.
Entonces, hay que desmitificar nuestras ideas en torno a inteligencias artificiales como el ChatGPT. No es magia. Es una herramienta que vino para quedarse. A mis alumnos les recomiendo que se metan a explorar, que vean como funciona. Es un pretexto para entender las redes neuronales artificiales y los retos que implica.
El ChatGPT fue desarrollado en 2022 por la compañía estadunidense OpenAI, fundada por Elon Musk. Está especializada en el diálogo. El 14 de marzo se presentó la versión mejorada número 4, la cual cobra 20 dólares mensuales para poder acceder a todas sus opciones.
Emiliano Hernández, alumno de secundaria y seleccionado olímpico nacional para participar en la próxima Competencia Internacional de Matemáticas, solicitó al ChatGPT-4 responder un problema de olimpiada
, que normalmente se debe resolver en pocos minutos, como el siguiente: Sean a y b las dos raíces distintas de x^2+2018x+1=O, mientras que c y d son las dos raíces distintas de x^2-2022x+1=O. Encuentra el valor de (a+c)(a-d)(b+c)(b-d).
La IA erró, divagó, siempre con un lenguaje amable y complaciente. Se requirieron más de 20 preguntas e intervenciones del joven para que el ChatGPT llegara a la solución más adecuada, lo cual tomó más de una hora.
Posee amplia información
“El chat no responde correctamente no porque no entienda, pues una IA no razona, sino que analiza palabras y su estructura. Es un programa muy bueno para responder preguntas sencillas, pues lo ‘entrenan’ con texto ya disponible en Internet y libros. Las respuestas acertadas que da a muchas preguntas es porque éstas ya existen en muchas partes y, por supuesto, en su base de datos. Pero lo sacas de balance precisamente cuando lo pones a ‘pensar’ en algo para lo que no fue entrenado”, detalló Flores.
El especialista agregó que esa amplia información que el ChatGPT posee es lo que hace sorprendente la manera en la que forma oraciones y párrafos, “da la impresión de que lo hizo un ser humano. Se trata de una arquitectura múltiple y complicada, precisamente para que sientas que estas hablando con una persona; lo hace excelente.
“Si bien es un procesador de texto muy fuerte, va a fallar en lo que no está acostumbrado. No se trata de que sepa o no matemáticas.
“Para los estudiantes que participan en las Olimpiadas de Matemáticas la complejidad de los problemas radica, en primera instancia en el texto, es su primera barrera. Es decir, deben tener una buena comprensión lectora. Luego de entender de qué se trata el problema deben imaginarse una representación visual para conectar la información del problema con otra aprendida previamente, luego pensar en diferentes ideas a ver si alguna los lleva a una solución y finalmente armar una explicación.
Son muchos procesos cognitivos que el ChatGPT no posee, aunque tiene incluidos modelos probabilísticos para que no siempre responda lo mismo y con eso se pretende modular lo inesperado, de lo contrario sus respuestas serían muy mecánicas
.
Eso sí, el profesor Flores no recomienda a sus alumnos usar el ChatGPT para hacer la tarea, porque se perderían del rico ejercicio intelectual que es obligarse a uno mismo a escribir, muy útil cuando uno está tratando de aprender algo
.