Dublín. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el jueves que los investigadores están acercándose al origen de la filtración de documentos altamente clasificados de los servicios de inteligencia, en lo que se considera el fallo de seguridad más grave de la última década.
El Departamento de Justicia inició la semana pasada una investigación penal formal tras la remisión del asunto por parte del Pentágono, que está evaluando los daños causados por la filtración.
Algunos de los datos más delicados filtrados están supuestamente relacionados con las capacidades y carencias militares de Ucrania, e información sobre aliados de Estados Unidos como Israel, Corea del Sur y Turquía.
Reuters revisó más de 50 de los documentos, etiquetados como "Secreto" y "Máximo Secreto", pero no verificó de forma independiente su autenticidad. Es probable que el número de documentos filtrados supere el centenar.
Varios países han cuestionado la veracidad de algunos de los documentos, entre ellos Reino Unido, que afirmó que había "un grave nivel de inexactitud" en la información.
Biden, de visita en Irlanda, afirmó no estar muy preocupado por la filtración.
"Como saben, la comunidad de inteligencia y el Departamento de Justicia están llevando a cabo una investigación exhaustiva, y se están acercando, pero no tengo una respuesta", dijo Biden a los periodistas. "No me preocupa la filtración, me preocupa que haya ocurrido, pero no hay nada nuevo que yo sepa".
La persona que filtró los documentos es un veinteañero aficionado a las armas que trabajaba en una base militar, informó el miércoles The Washington Post, citando a compañeros de un grupo de chat en línea.