Ciudad de México. La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos interpuso un juicio de amparo ante del Poder Judicial de la Federación, donde se reclama la falta de reconocimiento de la Glorieta de las mujeres que luchan por el Gobierno capitalino, como un espacio de lucha, y donde “resulta inadmisible la convivencia de Justicia con la escultura de la gobernante de Amajac, de seis metros de alto, que se busca imponer”.
En conferencia de prensa, Fernanda Chávez de la CMDPDH, que asumió la representación legal del Frente Amplio de las Mujeres que Luchan, explicó que este primer recurso es por las integrantes de este frente, aunque se interpondrán otros tres en fechas próximas.
Los otros jurídicos por las víctimas directas e indirectas que quieran hacer suyo este espacio de reclamo y memoria; por las mujeres de todo el país; y demás organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de defender y promover los derechos humanos.
En septiembre de 2021, grupos de mujeres y colectivas, entre ellos indígenas, buscadoras, afrodescendientes y madres de víctimas de feminicidio tomaron legítimamente este espacio y “lo han hecho suyo”, señalaron otras participantes en la conferencia.
Integradas en dicho Frente, colocaron la Antimonumenta “Justicia” en la antes denominada Glorieta de Colón y se creó un espacio de memoria, señaló Araceli Osorio, donde ahora se busca que conviva con la imagen de la joven de Amajac.
La madre de Lesvy Berlín, víctima de feminicidio, aclaró que “no estamos confrontadas con las mujeres indígenas, pero no necesitamos una pieza de seis metros que anule a Justicia, y no necesitaríamos a Justicia, si hubiera cumplimiento del Estado”.
Las autoridades capitalinas han invertido mucho dinero en una pieza “estética para erradicarnos de este lugar, porque no vamos con los proyectos que empiezan a construir enfrente de la Glorieta, donde se tendrá el edificio más alto de la ciudad”, expresó.
Ante la posibilidad de ser escuchadas, se solicitó la intervención de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México para iniciar una mesa de diálogo con el Gobierno capitalino, llevándose a cabo cinco, recordó Fernanda Chávez.
El diálogo, dijo, “no fue recíproco y ya era más un tema de provocación, de cambio de discurso, cuando nuestro objetivo era proteger la Glorieta; y sabemos que la empresa que iba a preparar el basamento para colocar la escultura de Amajac, se le pagó una compensación, pues la fecha límite para haerlo era el 31 de diciembre”.
Hoy, la única forma de proteger este espacio ante el interés de las autoridades capitalinas de hacer convivir a Justicia y Amajac, es “habitándolo”, y reiterando nuestra propuesta de que se busque otro sitio para la gobernante indígena.
Mencionaron que, se recurrirá también a instancias internacionales para lograr que se respete el espacio de memoria que construyeron y al cual se sumaron ayer los nombres de dos mujeres víctimas de violencia.