Estados Unidos aumentará las sanciones para impedir el acceso de los traficantes de fentanilo a su sistema financiero y "liderar" un esfuerzo global contra este flagelo, según una hoja de ruta anunciada hoy por la Casa Blanca, en la que describió planes para tomar medidas enérgicas contra la cadena de suministro de drogas sintéticas, sin mencionar medidas contra traficates de opiodes en este país.
Estos opioides sintéticos, más fáciles de producir y transportar que otras drogas, “presentan una amenaza para la seguridad nacional, la seguridad pública y la salud pública”, precisó la Casa Blanca.
Al menos 107 mil 735 estadunidenses murieron entre agosto de 2021 y agosto de 2022 por intoxicación por drogas, 66 por ciento fueron por opioides sintéticos, como el fentanilo, producido sobre todo por cárteles mexicanos.
La Casa Blanca destacó que para interrumpir las actividades financieras ilícitas aumentará “las medidas de rendición de cuentas, incluidas las sanciones financieras, sobre objetivos clave para obstruir el acceso de los narcotraficantes al sistema financiero de los Estados Unidos y los flujos financieros ilícitos”. Fortalecerá la “colaboración con socios internacionales sobre financiación ilícita y esfuerzos contra el lavado de dinero relacionados con el tráfico de drogas”.
Para el plan, según la hoja informativa, el gobierno del presidente, Joe Biden, “está construyendo una coalición global para acelerar los esfuerzos contra las drogas sintéticas ilícitas y empleando enfoques bilaterales y multilaterales”, con la finalidad de desarrollar “soluciones, impulsará acciones nacionales y creará sinergias e influencia entre países”.
Además, trabajará con el sector privado a nivel mundial, por ejemplo con los transportistas usados a veces por los narcotraficantes para sus fines; y a nivel local, reforzará el intercambio de información entre las agencias de inteligencia y las fuerzas de seguridad.
Para apoyar esta estrategia, el presidente Biden ha pedido al Congreso que solvente las lagunas legales en la lucha contra la crisis de opiáceos y apruebe una inversión histórica de 46 mil 100 millones de dólares para las agencias del Programa Nacional de Control de Drogas.
La crisis del fentanilo se ha convertido en un tema recurrente de los republicanos en el Congreso, donde algunos han llegado a pedir que se declare organizaciones terroristas a los cárteles mexicanos. En la hoja de ruta dada a conocer ayer no se precisan medidas específicas contra los traficantes del fentanilo en Estados Unidos.
Legisladores estadunidenses han llamado a Biden a presionar a México para impedir el tráfico de fentanilo, y congresistas republicanos han sugerido bombardear a los cárteles y sus laboratorios en territorio mexicano.
Según las instituciones de seguridad del gobierno estadunidense, los cárteles compran en el China los precursores químicos para fabricar fentanilo, hasta 50 veces más potente que la heroína, y los llevan a México. La cancillería china contestó la semana pasada que “el origen de la sobredosis yace en Estados Unidos” y es un problema local.
El anuncio de la Casa Blanca se conoció un día antes de que una delegación del gobierno mexicano, encabezada por el canciller, Marcelo Ebrard, y la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, viajen hoy a Washington para dialogar con las autoridades estadunidenses sobre las políticas de ambos países contra esta droga producida por cárteles mexicanos.