Ciudad de México. A más de nueve meses de la violación de su hija Danna Sunduri, cometido presuntamente por dos doctoras del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, “la carpeta de investigación no avanza y le han impedido continuar con su tratamiento, pues sufre el síndrome de Lennox Gastaut, con el riesgo de que sufra un infarto cerebral y muera”, denunció su madre Nancy Reyes.
El 24 de junio pasado, explicó, acudió a dicho nosocomio por las convulsiones que presentaba la entonces menor de edad, donde “me dijeron que era del apéndice, luego covid y luego que le harían un ultrasonido, pero siempre no, porque estaba gordita”.
Sin la firma de “mi consentimiento le hacen un procedimiento que no deben de hacer, le hacen una introducción en su vagina, por lo que pedí a las autoridades exijan las cámaras donde se ve lo que está pasando, el hospital las tiene”, y se actúe en consecuencia, exigió.
Afuera de las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, la mujer acompañada de su hija, quien no puede hablar, exigió se actúe contra el personal del nosocomio que “actúo de esa manera contra mi hija y ella continúe con su tratamiento”.
En México, agregó, “no hay otro hospital como tal que pueda atenderla, yo tenía que ir ahí para estabilizarla. Ese día me tuvieron secuestrada, porque quería sacar a mi hija y se dieron cuenta que había grabado cuando estaban haciendo la introducción varias veces”.
Además “tomé donde ellos tienen un teléfono grabando hacia su vagina, cuando no tenían que tenerlo, tienen lámparas para hacer un procedimiento, ¿cuál es la situación?, no lo sé, pero ya le quitaron toda la atención médica”, denunció.
La solicitud a las fiscalías generales de Justicia de la Ciudad de México y de la República para que actúen en el caso de Danna y soliciten las imágenes de las cámaras de vigilancia, para que corroboren “lo que estoy denunciando, no ha avanzado”, señaló.
Tampoco la Comisión Nacional de Derechos Humanos “nos ha apoyado, dice que sólo podría hacer una recomendación, que no ha hecho; mientras, el riesgo de que muera, por no recibir atención médica, es latente, pues puede sufrir un infarto cerebral o al corazón”, dijo.
Hoy, afirmó, “vivo una situación desesperada, porque me ponen muchos pretextos para que avance la investigación y se castigue a las responsables de la violación de Danna, que era menor de edad y a quien no consideran por sufrir este trastorno”.
Las denuncias que ha realizado en redes sociales “no han funcionado y las han bajado; estoy cansada de tocar puertas y que nadie nos ayude, pero no voy a dejar de luchar, aunque nos signifique venir todos los días desde Tecámac con mochilas y banco para que Danna se siente”, aseguró.