Kiev. Los bombardeos de las fuerzas rusas mataron al menos a siete civiles el fin de semana en Ucrania, informaron funcionarios ucranios el domingo mientras el papa Francisco y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, usaron sus tradicionales mensajes de Pascua hablar de la guerra en Ucrania y otros conflictos en todo el mundo.
Mientras Rusia continuaba concentrándose en apoderarse de todo el este industrial de Ucrania, otras dos provincias, Járkov en el noreste y Zaporiyia en el sureste, fueron atacadas con misiles, cohetes y artillería, informó el ejército ucranio.
El gobernador de Járkov, Oleh Syniehubov, dijo que dos hombres murieron el domingo en un bombardeo en Kupiansk, una ciudad que Rusia controlaba antes de que las fuerzas ucranias la recuperaran.
La ciudad permaneció bajo ataque más tarde el domingo cuando las fuerzas rusas atacaron áreas residenciales con múltiples lanzacohetes, dijo Syniehubov. En otra parte de la provincia, un hombre de 30 años fue hospitalizado en estado grave tras el bombardeo ruso a la ciudad de Chuhuiv, informó el gobernador de Járkov en Telegram.
Los bombardeos también mataron a dos personas durante la noche, una de ellas un niño, según el secretario del Ayuntamiento, Anatoliy Kurtev.
El gobernador de la región de Zaporiyia, Yurii Malashko, dijo que 18 comunidades en total fueron bombardeadas. Tres personas murieron y cinco resultaron heridas el sábado.
En Zaporiyia se encuentra la planta de energía nuclear más grande de Europa y es una de las cuatro provincias ucranias que el presidente ruso, Vladímir Putin, anexó ilegalmente en septiembre. Desde entonces, el ejército ruso ha tratado de expulsar a las tropas ucranias de esas áreas, especialmente de las provincias de Luhansk y Donetsk, que conforman la región industrial conocida como el Donbás.
Mientras pronunciaba su discurso de Pascua desde el balcón central de la Basílica de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco imploró a Dios que “ayude al amado pueblo ucranio en su camino hacia la paz, y arroje la luz de la Pascua sobre el pueblo de Rusia”.
La Pascua afirma la creencia cristiana de que Jesús resucitó de entre los muertos días después de su crucifixión. Welby, arzobispo de Canterbury, dijo que la ocasión brindó la esperanza de que “la paz verdadera no es un sueño sin rumbo, sino una realidad que se ofrece porque Cristo resucitó de entre los muertos”.