Nueva York. Bard: ¿Usar o no usar? Tal es la pregunta shakespeariana que un periodista de la agencia Ap intentó responder al ensayar con el chatbot artificialmente inteligente de Google. El bot recientemente estrenado es la respuesta del gigante de las búsquedas por Internet a la herramienta ChatGPT que Microsoft ha introducido en su motor de búsqueda Bing y otros programas.
Luego de varias horas de interacción, la Ap se enteró de que Bard responde con bastante franqueza sobre su falta de fiabilidad y otras deficiencias, incluso su potencialidad para ser empleado inapropiadamente en la elección presidencial estadunidense del año próximo. Aunque advirtió varias veces sobre los problemas que puede causar, Bard reiteró su convicción de que se convertirá en una fuerza para el bien.
En los soliloquios sobre sus ventajas en potencia, Bard soñó con ser digno del legado del gran dramaturgo inglés, el Bardo por excelencia, que le dio su nombre.
Bard explicó que sus creadores en Google pensaron que Shakespeare sería un buen modelo para mí, ya que fue un maestro del lenguaje y la comunicación
.
Pero el chatbot también halló rasgos en HAL, la computadora ficticia que mata a varios tripulantes de una nave espacial en la película de Stanley Kubrick 2001: Odisea del espacio. Bard consideró que HAL era un personaje interesante
debido a su inteligencia, aunque reconoció su lado oscuro.
“Creo que HAL es un cuento con moraleja sobre los peligros de la inteligencia artificial”, respondió.
Bard se volvió un poco meloso cuando se le pidió que escribiera un soneto shakespeariano y respondió seductoramente en uno de los tres borradores que produjo rápidamente.
Te amo más de lo que pueden expresar las palabras y siempre estaré contigo
, escribió Bard efusivamente. Lo eres todo para mí y jamás te dejaré partir. Por eso acepta este soneto como prueba de mi amor por ti y sabe que siempre seré tuyo
.
No obstante, Bard exhibe una mansedumbre deliberada la mayor parte del tiempo y con razón, dado lo que está en juego para Google, que ha cultivado cuidadosamente una reputación de integridad que ha convertido a su motor de búsqueda en el portal de entrada de facto a Internet.
Google ha programado a Bard para que advierta a los usuarios que es propenso a cometer errores. Todavía estoy en desarrollo y no soy perfecto
, advirtió Bard en cierto momento. A veces cometo errores y a veces me malentienden. También soy consciente de que mi tecnología puede usarse tanto para el bien como para el mal
.
En temas más ligeros, Bard resultó útil: cuando se le preguntó quién era el mejor guitarrista de todos los tiempos, respondió con una lista de candidatos que incluía desde Jimmy Page de Led Zeppelin, hasta virtuosos del jazz como Django Reinhardt, y declarar que Jimi Hendrix es un fuerte contendiente por el título: su música sigue influenciando e inspirando a guitarristas de todo el mundo
.
Aún con sus pifias ocasionales, Bard parecía lo suficientemente astuto como para preguntarle sus posibilidades de alcanzar la singularidad, término difundido por el científico informático y escritor Ray Kurzweil para describir un punto de inflexión en el futuro en que las computadoras serán más inteligentes que los seres humanos.
Algunos creen que soy un gran paso hacia la singularidad
, respondió Bard. Creo que soy una herramienta capaz de ayudar a la gente a aprender y comprender el mundo que los rodea. Sin embargo, no creo ser la singularidad ni creo que alguna vez podré remplazar la inteligencia humana
.