Ciudad de México. El América, con un as bajo la manga llamado Luis Malagón, consiguió una victoria categoría premium ante el líder Monterrey (2-1), marginado por errar un penal y los errores de su portero Esteban Andrada en un choque de trenes que cerró la fecha 14 del futbol mexicano.
Como si este partido tuviera tintes de un clásico, en los alrededores del estadio Azteca se respiraba desde horas antes una tensión muy especial. Cientos de aficionados coparon las taquillas en busca de boletos, vendidos casi en su totalidad, mientras otros tantos se apretujaban tratando de entrar con la aplicación del Fan ID.
Dada la cantidad de autos que circularon por la misma ruta, personal de seguridad cerró de manera anticipada los ingresos al estacionamiento al alcanzar el máximo de su capacidad. “Hay más ambiente que en el México-Jamaica”, bromeaba un grupo de seguidores americanistas, enfervorizados por enfrentar al equipo que con el que perdieron dos finales en Liga y Concachampions.
Aunque la Liga no permite la entrada de grupos de animación visitantes, una pequeña fracción de barristas regiomontanos se reunieron en la cabecera sur a ritmo de “¡Monterrey! ¡Monterrey!”, obligando a que elementos policiales actuaran para dispersarlos.
Cuando todo transcurría de un modo más natural, los Rayados dieron el primer golpe en el área americanista. Sin necesitar más que de la velocidad de sus compañeros, el argentino Germán Berterame encabezó un contragolpe que Maxi Meza definió para marcar el 1-0 (minuto 19).
Más que renunciar a su estilo, el América siguió en su plan de adelantar líneas y plantarse con agresividad en la recuperación de la pelota. Paradójicamente, lo que derivó el empate no fue uno de sus remates al arco, sino un error infantil de Andrada, quien, en su intento de evitar un tiro de esquina, dejó el gol en bandeja para Diego Valdés (36).
Con el ingreso de Federico Viñas en la parte complementaria, la noche del portero de Rayados siguió produciendo grietas. El colombiano puso el 2-1 en una acción de varios toques (79) y, en un controvertido penal, Joao Rojas estrelló su remate en las manos de Luis Malagón, ovacionado por los aficionados americanistas.
Desbordado el Monterrey, el arquero argentino cerró su actuación con una tarjeta roja luego de una mano en el medio campo.