Morelia, Mich. La Procuraduría de Protección al Ambiente (Proam) solicitó apoyo de las autoridades estatales para que se refuerce la vigilancia del área natural protegida donde se ubica el manantial de la Mintzinta, después de que el pasado 5 de febrero fueron incendiadas cerca de tres hectáreas de huizaches y zapote negro.
A decir del titular de esta dependencia, Arturo Chávez Carmona, el objetivo del siniestro fue con el fin de cambiar el uso de suelo, presuntamente, para la construcción de viviendas. En las últimas dos décadas se han perdido decenas de hectáreas por el fuego en la periferia del manantial que abastece de agua potable a una tercera parte de los 850 mil habitantes de la capital michoacana.
A decir de ecologistas e investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), buena parte de la ribera del embalse de la Mintzinta ha sido invadida por asentamientos humanos, muchos de ellos ejidatarios de esta zona que se ve severamente amenazada, porque además del fuego y la sobre-explotación del manto acuífero, han disminuido drásticamente los escurrimientos de la zona montañosa del sur de Morelia, así como la contaminación de las aguas.
En realidad, ya solo quedan 19 hectáreas de espejo de agua, cuando hace apenas unos años eran 39. Había varias especies de flora y fauna, era una belleza natural que abarcaba cientos de hectáreas de vegetación y ya se ha perdido más de 70 por ciento.
Habitante de la comunidad de San Nicolás Obispo comentaron que hace aproximadamente cinco décadas acostumbraba ir con sus amigos a pescar carpas y unos peces alargados, conocidos como tiritos, pero desde que se instaló la papelera Cepamisa casi se acabó la fauna de los manantiales, además de que los cultivos de maíz y frijol se vinieron abajo.
"Era una enorme laguna donde corrían aguas transparentes, no había casas, sólo dos o tres rancherías alrededor. Las milpas producían hasta 100 costales de maíz por hectárea, pero ahora vea ese maíz, todo raquítico, porque la fábrica desprende sustancias que dañan a las plantas", dijo el ejidatario Macario Cortés.
La mayor descomposición ecológica de los manantiales se dio en los últimos dos décadas, coinciden los lugareños, es por ello que en 2005 el gobierno de Michoacán publicó un decreto para proteger La Mintzita en un área que abarcan 419 hectáreas.
La papelera Kimberly Clark -antes Cepamisa- opera desde hace más de 40 años en lo que son los ejidos de Cointzio y Morelos, y durante décadas denunciaron a la empresa de verter residuos químicos, pero solo fueron parcialmente escuchados, porque hubo algunos cambios para reducir la contaminación, sin embargo, el daño ambiental ya estaba hecho, a decir de ejidatarios de la Mintzita.
En este manantial decenas de pipas, particulares y del ayuntamiento recargan agua que distribuyen en las colonias de la periferia de Morelia, en tanto, el manantial produce menos agua, y en eso coinciden autoridades del ayuntamiento, del gobierno del estado y los mismos vecinos de este manantial que han visto cómo en medio siglo se degradó tanto este recurso natural.