Chimalhuacán, Méx. Bajo acusaciones mutuas de negligencia, entre ejidatarios y autoridades locales, la noche del jueves se registró un incendio en el tiradero municipal de basura Escalerillas. La conflagración generó alarma, porque en este mismo sitio en mayo del año pasado, ocurrió otro siniestro el cual consumió miles de toneladas de basura durante seis semanas.
El ayuntamiento de Chimalhuacán, informó que bomberos lograron controlar el incendio pasada la medianoche del jueves y elementos de Protección Civil encontraron evidencia de que el fuego fue inducido.
Al consumirse los desperdicios, el humo y olores fétidos a basura quemada se extendieron por colonias de esta localidad y del municipio vecino de Chicoloapan; sin embargo, no se reportaron personas intoxicadas, como tampoco víctimas a consecuencia de las llamas.
Al respecto, integrantes del Ejido de Santa María -quienes vendieron los terrenos para la construcción del tiradero- acusaron al actual gobierno municipal emanado del partido Morena, de no comprender la problemática que se vive en el basurero y únicamente atienden el asunto con paliativos.
Recordaron que el 28 de mayo del año pasado se registró un primer incendio y la administración local, quiso callar a la gente haciendo la entrega de cuatro litros de cloro y dos kilos de detergente, mientras que a los vecinos que habitan en los alrededores se les ofreció un albergue ubicado a cuatro kilómetros de distancia.
Los vecinos del Ejido de Santa María se reunieron con las autoridades municipales y solicitaron solución a todos los problemas que generó el incendio, pero, sólo dieron largas pensaron que con tres pipas de agua era suficiente para acabar con el fuego, aseguraron.
“Nuevamente se vuelve a incendiar el basurero y las autoridades brillan por su ausencia, el gobierno municipal no atiende a los llamados de auxilio y mucho menos se ven interesados en salvaguardar el bienestar de los chimalhuacanos del Ejido de Santa María”.
Durante el siniestro del año pasado, considerado uno de los más graves en la zona oriente mexiquense, las llamas consumieron más de seis hectáreas repletas de basura. El siniestro duró seis semanas y la contaminación por humo y olores fétidos, permaneció hasta la época de lluvias.
A finales de junio de 2022, el gobierno municipal había destinado más de dos millones de pesos, no presupuestados, en atender la emergencia; pues se tuvo que rentar maquinaria para la remoción de escombros y el pago de salarios y alimentos de las cuadrillas de trabajadores que estuvieron mes y medio atacando el fuego.
En el año 2012, el entonces gobierno de Chimalhuacán desembolsó 18.5 millones de pesos para comprar al Ejido de Santa María el terreno de 18.5 hectáreas donde se edificó el tiradero municipal, el cual se ha incendiado en dos ocasiones en los últimos 11 años.