Ciudad de México. Las perspectivas de crecimiento a corto y mediano plazo para la economía mundial siguen siendo débiles. A la desaceleración registrada el año pasado por el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, se suma la previsión de que en 2023 la economía mundial avance menos de 3 por ciento, adelantó Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Proyectamos que el crecimiento global se mantendrá en torno a 3 por ciento durante los próximos cinco años, nuestro pronóstico de crecimiento a mediano plazo más bajo desde 1990”, destacó Georgieva, en su discurso preliminar a las Reuniones de Primavera que el FMI realiza con el Banco Mundial.
Explicó que parte de la proyección se debe a que alrededor de 90 por ciento de las economías avanzadas experimentan una disminución en su tasa de crecimiento este año. “La actividad económica se está desacelerando en Estados Unidos y la zona del euro, donde las tasas de interés más altas pesan sobre la demanda”.
También los incrementos en las tasas de interés están pegando a las finanzas de los países y generado preocupaciones sobre una posible ola de solicitudes de nuevos plazos y condiciones en los pagos de la deuda, y el cómo manejarlas “en un momento en que los casos de restructuración actuales enfrentan demoras costosas”, comentó la directiva.
Según lo consignado por Georgieva, alrededor de 15 por ciento de los países de bajos ingresos ya están agobiados por la deuda y otro 45 por ciento enfrenta vulnerabilidades de deuda elevadas. En las economías emergentes, alrededor de una cuarta parte está en alto riesgo y enfrentan diferenciales de endeudamiento “similares a los de incumplimiento”, advirtió.
La directora gerente del FMI enfatizó que en esta coyuntura se debe continuar con el combate a la inflación y la salvaguarda de la estabilidad financiera, “monitorear cuidadosamente los riesgos en los bancos y las instituciones financieras no bancarias, así como las debilidades en sectores como el inmobiliario comercial”.
Las presiones del sector bancario, en medio de tasas más altas y liquidez más escasa, expusieron “fallas en la gestión de riesgos en bancos específicos, así como fallas en la supervisión”, reconoció. Sin embargo, dijo que en la actualidad estos negocios son, en general, “más fuertes y resistentes, y los encargados de formular políticas han sido notablemente rápidos y completos en sus acciones en las últimas semanas”.