Nueva York. La señal preferida del mercado de bonos de la Reserva Federal (Fed, banco central) sobre una próxima recesión se ha desplomado a nuevos mínimos, lo que refuerza el argumento para quienes creen que el banco central pronto necesitará recortar las tasas de interés para reactivar la actividad económica.
La investigación técnica de la Fed indica que el “diferencial de bonos a corto plazo”, que compara la rentabilidad de la deuda del Tesoro dentro de 18 meses con el retorno actual de un título a tres meses es la señal más confiable del mercado de una contracción económica inminente.
Ese diferencial, que ha estado en territorio negativo desde noviembre, se desplomó a nuevos mínimos esta semana, ubicándose en casi 170 puntos (negativos) básicos el jueves.
Los bonos a largo plazo deberían reflejar un rendimiento más alto, ya que implican un riesgo mayor por el tiempo que dura la inversión, pero cuando es al contrario, cuando valen más los títulos a corto plazo, “el mercado entiende que los inversionistas están atentos a posibles crisis inminentes”, explica Carjuan Cruz, en un artículo publicado en el portal especializado en temas económicos Investing.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo el año pasado que la curva de rendimientos de Tesoro estadunidense a 18 meses era la advertencia más confiable de una próxima recesión.
“La curva de Powell continúa cayendo a nuevos mínimos del siglo”, dijeron estrategas de tasas William O'Donnell y Edward Acton del Citi, en una nota enviada el jueves. Los datos de Refinitiv mostraron que la curva posee la inversión más acentuada al menos desde 2007.
Los temores de una recesión han aumentado en las últimas semanas y los inversionistas temen que la turbulencia en el sistema bancario provocada por la bancarrota de Silicon Valley Bank en marzo endurezca las condiciones crediticias y perjudique el crecimiento.
La Fed, que se embarcó en uno de sus ciclos de aumentos de tasas más agresivos en décadas para derrotar la inflación el año pasado, estimó que los costos de los préstamos se mantendrán alrededor de los niveles actuales hasta fines de 2023.
Pero los participantes del mercado creen que la política monetaria más estricta ya está comenzando a perjudicar el crecimiento y están apostando a recortes de tasas para finales de este año.
Al observar esa inversión de la curva a la luz de las recientes caídas en los indicadores económicos y la oferta monetaria, “no es difícil ver por qué los mercados pueden estar pensando cada vez más en un 'error de política' cuando leen sobre nuevas alzas de tasas”, dijeron analistas de Citi.
Continuando con su campaña contra la inflación, la Fed elevó las tasas de interés el mes pasado en un cuarto de punto porcentual, aunque indicó que estaba a punto de detener nuevos aumentos en los costos de los préstamos después de la crisis bancaria.
Algunos funcionarios de la Fed han abogado recientemente por más aumentos, y el presidente de la Reserva Federal de San Luis, James Bullard, dijo el jueves que el banco central debería seguir elevando las tasas para reducir la inflación mientras el mercado laboral se mantiene fuerte.
Los inversores del mercado monetario, sin embargo, apostaban el jueves en gran medida a que la Fed reduzca las tasas para diciembre, desde el rango actual de entre 4.75 a 5 por ciento.
“Todo este endurecimiento de las condiciones financieras, con la Fed aumentando las tasas de manera significativa, ahora se está transformando, quizás un poco, en endurecimiento crediticio”, dijo Jack McIntyre, gerente de carteras de Brandywine Global. “Nuestro nivel de convicción para el futuro es que las tasas van a ser más bajas”, sostuvo.