Nueva York y Washington. Donald Trump llegó a Nueva York la tarde del lunes antes de rendirse a las autoridades el martes y volverse el primer presidente en la historia de Estados Unidos en ser fichado y acusado de cargos criminales.
A eso de las 14:15 horas local el ex mandatario se presentará para que las autoridades lo registren como todo acusado de delitos, tomarán sus sus huellas digitales y su foto de arresto -y después pasará ante un juez para una lectura oficial de los múltiples cargos de entre otras cosas por falsificación de documentos de negocio (ahí se conocerán los cargos detallados) en la acusación en su contra, declararse culpable o no culpable, y como será lo segundo, escuchar las condiciones de su libertad y las fechas para su proceso judicial culminando en un juicio.
La salida de su mansión y club en Palm Beach, Florida, hacia el aeropuerto, el despegue de su Boeing 727 privado pintado de rojo, blanco y azul y su apellido en oro y su llegada al aeropuerto LaGuardia hasta su llegada a su Torre Trump sobre la Quinta Avenida, fue trasmitida en vivo por canales de cablevisión y en medios electrónicos.
El circo Trump siempre ha tenido un gran equipo de propagandistas encabezados por él mismo y la narrativa de este capítulo es que el mártir que se ha dedicado a “rescatar” el país, continúa siendo víctima de “una cacería de brujas” por defender a los reales patriotas contra los “izquierdistas radicales demócratas”, anarquistas y toda una lista de enemigos, incluyendo al fiscal Alvin Bragg que se atrevió a proceder con este caso y el juez Juan Merchan que estará encargado del caso a partir del martes. Por lo tanto, ya convirtió este proceso penal en un acto de propaganda política para uso en su campaña presidencial.