Moscú. Rusia tiene, a partir de este viernes, una nueva concepción de política exterior que constata “el nivel de tensión internacional sin precedentes en las últimas décadas” y describe “el carácter existencial de las amenazas a la seguridad y desarrollo (del país), creadas por las acciones de los Estados hostiles”.
El documento de 42 páginas –que entró en vigor mediante un decreto presidencial firmado este viernes, después de que Vladimir Putin celebró por teleconferencia una reunión con los miembros de su consejo de seguridad– identifica expresamente a Estados Unidos como el principal impulsor de la “línea antirrusa” de Occidente que pretende a toda costa debilitar a Rusia a través de “una guerra híbrida de nuevo tipo”.
Así lo destacó el canciller Serguei Lavrov, quien presentó un informe acerca de las premisas principales del documento que elaboró el ministerio de relaciones exteriores en coordinación con el consejo de seguridad, la oficina de la presidencia y otras dependencias gubernamentales por encargo de Putin, en enero de 2022, de actualizar la versión anterior que databa de 2016, cuando ya empezaba a notarse la confrontación con Occidente tras la anexión de Crimea dos años antes.