Un gran jurado en Nueva York aprobó la formulación de cargos criminales contra Donald Trump quien ahora será el primer ex presidente estadunidense en la historia en ser acusado de cometer delitos criminales.
Se espera que giren una orden de arresto y fiscales ya están negociando con los abogados del ex mandatario sobre la coreografía de cómo se rendirá ante la fiscalía distrital de Manhattan para ser presentado. Aunque aún no se conocen los detalles precisos de la acusación, se espera que incluyan el pago presuntamente ilícito -por ser falsamente reportado como gastos de negocio y posiblemente de campaña- de 130 mil dólares para comprar el silencio de Stormy Daniels, una estrella de pornografia, poco antes de las elecciones presidenciales de 2016. El pago fue para suprimir la versión de Daniels de que tuvo una breve aventura sexual con Trump en 2006.
Trump, quien había invitado a sus seguidores a protestar lo que él decía era su inminente arresto hace dos semanas, y que advirtió desde entonces que está es una “persecución” de un fiscal distrital financiado por Soros, promovida por “la izquierda radical” haciendo el trabajo de “anarquistas y el Diablo”, detonaría “muerte y destrucción” -lo cual se interpretó como amenaza de violencia política de sus filas- hoy reaccionó en su red social declarando que estos eventos “son nucleares” e instó a la gente a “hincarse y orar”.
En una declaración poco después Trump, juntando frases que ha repetido sin cesar ante todas las investigaciones y acusaciones, declaró que “esto es persecución política e interferencia electoral al nivel más alto de la historia”, y acusó que la “izquierda radical demócrata -el enemigo de los hombres y mujeres trabajadores del país- ha promovido una cacería de brujas para destruir el movimiento de Hacer America Grande Otra Vez”.
Trump es experto en responder a críticos, investigadores y contrincantes políticos -e incluso fiscales y jueces- con contra-ataques acusando que son “izquierdistas radicales” que “odian” a Estados Unidos. Ha seguido insistiendo en que los participantes en el intento de golpe de Estado, que él instigo después de la elección presidencial que perdió, son “patriotas” y que él es “la voz” de un movimiento para rescatar y restaurar el país, y por ello es perseguido en la “cacería de brujas política más grande de la historia”.
Su hijo, Don Jr, nutrió esta narrativa, añadiendo un poco de salsa de guerra fría: hoy inició su podcast declarando que la acusación formal contra su padre es “mierda nivel Comunista. Esto es algo que haría sonrojar a Mao, Stalin y Pol Pot”.
Trump -quien ha sido sujeto a dos procesos de impeachment y que está bajo multiples investigaciones criminales- sigue siendo y por mucho el político republicano más importante y goza de una amplia ventaja en las encuestas entre posibles contendientes de ese partido para la presidencia. Y por lo tanto, no pocos observadores y analistas señalan que la acusación de hoy, como las otras, son potencialmente positivas para su futuro político.Vale señalar que el caso en Nueva York, aun si es eventualmente condenado por los delitos, técnicamente no tendría consecuencias legales para su candidatura, ya que la Constitución no prohíbe o descalifica a quienes tienen un historial criminal como aspirantes a la presidencia.
Mientras tanto, aunque este caso es mucho más salaz, las otras investigaciones judiciales que proceden contra Trump son más graves. En Georgia, una fiscal distrital está por decidir si presentar cargos criminal formales a partir de su investigación sobre interferencia electoral incluyendo presuntos intentos de Trump de robarse votos electorales en ese estado en la elección de 2020.
En Washington, proceden dos investigaciones federales encabezadas por el mismo fiscal especial Jack Smith, nombrado por el Departamento de Justicia. Una es por el papel del entonces presidente en torno al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021; el segundo es sobre el manejo de documentos oficiales secretos del ex presidente en su mansión privada Mar-a-Lago, Florida.
Por ahora todo indica que la contienda presidencial incluirá a un candidato que ha cuestionado la lealtad y patriotismo de todos los que se atreven a criticar u oponerse a él -incluyendo periodistas- que buscará retornar a la Casa Blanca mientras enfrenta potencialmente múltiples cargos criminales en torno a actrices porno, el manejo de secretos de estado, intentos para descarrilar el proceso electoral y hasta un golpe de Estado.