Taipéi. La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, partió este miércoles de visita a Guatemala y Belice, con escala en Estados Unidos, para afianzar las relaciones con esos países centroamericanos después de que China le arrebatara a Honduras, uno de los últimos aliados de esta isla.
Belice y Guatemala figuran entre los 13 países que reconocen oficialmente a Taipéi por encima de Pekín, luego de que Honduras cortó el domingo relaciones con Taiwán y reconoció a China.
Los restantes aliados de Taiwán incluyen a Paraguay y países pequeños del Caribe y el Pacífico.
Pero la visita incluye una escala en Washington y posteriormente Los Angeles, donde el presidente de la Cámara de Representantes estadunidense, Kevin McCarthy, dijo que se reuniría con Tsai, algo que despertó una airada reacción de China.
Pekín advirtió el miércoles que se "opone decididamente" al encuentro de Tsai con McCarthy y que tomará "medidas firmes para responder" si se da la reunión.
"Si (Tsai) se encuentra con el presidente de la Cámara de Representantes McCarthy, será otra provocación que viola seriamente el principio de una sola China, socava la soberanía e integridad territorial de China, así como la paz y estabilidad en el Estrecho de Taiwán", declaró Zhu Fenglian, portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán.
Pekín considera a la isla de gobierno democrático y autónomo parte de su territorio, el cual quiere retomar un día incluso por la fuerza, si fuera necesario.
Bajo el principio de "una sola China", ningún país puede mantener relaciones oficiales con Pekín y con Taiwán.
Después de visitar Nueva York, Tsai continuará su gira de 10 días en América Central para reunirse con su par de Guatemala, Alejandro Giammattei, y el primer ministro de Belice, John Briceño, informó su despacho.
Posteriormente hará escala en Los Ángeles antes de regresar a Taiwán.
"La presión externa no va a impedir nuestra determinación de ser globales", declaró Tsai a periodistas en el aeropuerto antes de partir. "Estamos tranquilos y confiados, no sucumbiremos y no provocaremos" a otros.
Una visita de Nancy Pelosi, antecesora de McCarthy, el año pasado a Taiwán, generó una respuesta furiosa de China, que realizó ejercicios militares a una escala sin precedentes alrededor de la isla, considerados por Taiwán como la preparación de una invasión.
Estados Unidos advirtió a Pekín contra cualquier reacción "excesiva" por las escalas de Tsai en Nueva York y California.
"No hay ninguna razón para que China tome esto como pretexto para reaccionar de manera excesiva o ejercer aún más presión sobre Taiwán", dijo a la prensa un alto funcionario estadounidense bajo condición de anonimato.
La llegada de Tsai a América Central se da en momentos en que China intensifica sus inversiones en Latinoamérica, un campo de batalla diplomático entre Taipéi y Pekín.
Taiwán acusó el domingo a China de emplear "coerción e intimidación" para quitarle aliados, luego de que el ministro hondureño de Relaciones Exteriores, Enrique Reina, y su par chino, Qin Gang, establecieron oficialmente relaciones.
Honduras, uno de los países más pobres de la región, siguió el camino de Nicaragua, El Salvador, Panamá, República Dominicana y Costa Rica, que cambiaron su reconocimiento de Taipéi a Pekín en los últimos años,