El multipremiado documentalista italiano Gianni Miná, profundo conocedor y amante de América Latina, falleció el lunes pasado a los 85 años en Roma.
El periodista fue íntimo amigo y defensor Diego Armando Maradona, sobre quien realizó el documental Maradona: nunca seré un hombre común, al final del año más doloroso de la vida del astro del fútbol.
Sobre el trabajo periodístico, Miná (Turín, 1937) rechazaba que se pretenda “tener la verdad en el bolsillo; tu verdad la tienes que buscar allí en primera línea y no creer que es igual a lo que tú piensas”.
Reconocía que tuvo el placer “de hacer periodismo de alto nivel, pero también el periodismo de los muchachos que cuentan la vida de una calle, que puede ser importante para la vida de la gente de ese lugar”.
Cubrió ocho Copas del Mundo y siete Juegos Olímpicos; así como decenas de campeonatos mundiales de boxeo. Produjo una Historia del Jazz, programas sobre la música popular de centro y sudamérica, así como una historia sociológica y técnica del boxeo en 14 partes.
Miná (Turín, 1937) dirigió documentales sobre Mohammad Alí, Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Rigoberta Menchú y el subcomandante Marcos, después de acompañar la caravana zapatista en 2001 que resultó en el documental Marcos: aquí estamos.
En entrevista con La Jornada, en 2004, sostuvo que el dirigente “está educado a la cultura maya y sabe que hay que tener paciencia y tiempo. Dice la tradición de los mayas que un día se restituirá a la gente lo que le han quitado. Es un movimiento que sirve no sólo a los indígenas de México, sino a todo el mundo”.
Opinó entonces que América Latina vive “un momento de transición en el que tienen que aparecer nuevos dirigentes, que acepten que su papel no implica privilegios; en el que se cree una realidad política que sustituya a la lógica de los viejos partidos. Los nuevos movimientos tienen fuerza”.
El también conductor de televisión comenzó su carrera en 1959 en Tuttosport. Un año después debutó en la cadena italiana RAI en la cobertura de los Juegos Olímpicos de Roma. En 1965, comenzó a realizar reportajes y documentales para el programa Sprint, que revolucionaron el lenguaje del periodismo televisivo.
En 1976, comenzó a informar sobre el gran boxeo y el mundo del espectáculo en América, al parejo de los conflictos sociales de las minorías. En ese tiempo inició los reportajes de América Latina que caracterizaron su carrera.
Durante el Mundial de Fútbol de 1978, fue amonestado y luego expulsado de Argentina por hacer preguntas sobre los desaparecidos durante una rueda de prensa y de intentar recabar información.
En los años siguientes produjo o ideó importantes programas televisivos en Italia, donde lo mismo entrevistaba a reconocidos artistas, como analizaba los deportes a profundidad. En 1992, inició un ciclo de cintas sobre Latinoamérica.
El trabajo sobre el viaje del Guevara y Alberto Granados, Diarios de motocicleta (2004), marcó a Miná, quien confesó a este diario el resultado de esa colaboración con el director brasileño Walter Salles “fue fantástico”. Posteriormente, el periodista realizó De viaje con el Che Guevara, donde acompañó al octogenario Alberto Granado en la recreación de la legendaria aventura.
Colaboró en múltiples periódicos y revistas italianas y extranjeras.
En 2007 Gianni Miná recibió la Cámara de la Berlinale, un premio del Festival de Berlín a personalidades o instituciones especialmente vinculadas con el certamen.
Realizó el ensayo Continente desaparecido (1995), con las entrevistas a Gabriel García Márquez, Jorge Amado, Eduardo Galeano, Rigoberta Menchú, Samuel Ruiz, Frei Betto y dos compañeros que sobrevivieron al Che Guevara en Bolivia.
Una década después, publicó publicó El continente desaparecido ha reaparecido, a través de Eduardo Galeano, Fernando Solanas, Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, el cantante y ministro de Cultura de Brasil Gilberto Gil, los escritores Arundati Roy, Tarik Ali, Paco Taibo II y los teólogos Leonardo Boff y Francois Houtart.