Cádiz. La novena edición del Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE) se inauguró en Cádiz, en una ceremonia presidida por los reyes Letizia y Felipe VI, y en la que hubo continuas referencias al mestizaje, a su riqueza cultural y a los grandes retos de futuro, sobre todo por las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial (IA). El nicaragüense Sergio Ramírez, premio Cervantes 2017, lanzó un alegato contra las tiranías como la que sufre su país hoy día. La lengua es mi patria
, remató.
La ciudad de Cádiz es la anfitriona de este congreso trianual, que en esta ocasión lleva como título Lengua española, mestizaje e interculturalidad: Historia y futuro
, en el que se reúnen más de 300 académicos, escritores, periodistas y editores para analizar el pasado, presente y futuro del español, que hablan en el mundo alrededor de 600 millones de personas. La sede original era la ciudad peruana de Arequipa, pero los conflictos sociales y políticos a raíz de la destitución y encarcelamiento del presidente Pedro Castillo provocaron el cambio de sede a última hora.
El discurso de Ramírez fue el más aplaudido. Habló de los escritores que han sufrido la censura y la prohibición.
Recordó al primer gran tirano de su tierra, un conquistador que causó muerte y destrucción: “El primero, Pedro Arias Dávila, el furor domini, muerto en el poder a los 91 años, y quien se hacía decir cada año una misa de difuntos yacente en un catafalco en el altar mayor de la catedral de León, de Nicaragua, del que se levantaba para ordenar que perrearan a los indios insumisos”.
Ramírez advirtió que las tiranías castigan las burlas y ficciones de las novelas mandando prohibirlas y quien las escribe debe pagar con el destierro y enfrentar la pretensión de que te quieran quitar tu país, borrar tu fecha y lugar de nacimiento, tu memoria y tu pasado y tus palabras porque en el delirio de las arbitrariedades caprichosas que se adueñan de la cabeza de los tiranos creen suya la facultad de hacerte desaparecer
.
Después de citar a escritores perseguidos por sus ideas, como Ovidio, Stefan Sweig, Joseph Roth, Czeslaw Milos, Joseph Brodsky, Luis Cernuda y Juan Gelman, entre otros, Ramírez recordó su caso: Si yo soy nicaragüense, lo soy a la manera de quien no puede ser otra cosa (...) La mía es una lengua sin fronteras. La lengua que nadie puede quitarme y de la que nadie puede desterrarme. La lengua que es mi patria
.
La académica española Soledad Puértolas hizo un repaso histórico de la evolución de la palabra mestizo
o mestizaje
, para insistir en la necesidad de reflexionar sobre el asunto.
“En 1734, el adjetivo mestizo entra por primera (vez) al Diccionario. En 1884 se recoge el verbo mestizar, que se define de forma negativa, acudiendo a los verbos corromper y adulterar. Hasta la edición de 1988 no desaparece el sentido negativo, es entonces cuando el verbo corromper da paso el verbo mezclar. En esta misma edición la palabra mestizaje introduce una tercera acepción, que hace referencia a la mezcla de culturas distintas y éste es el sentido que hoy predomina en nuestra lengua.
Cuando se hace referencia al mestizaje se suele resaltar el enriquecimiento que se hace a la sociedad. Es en la mezcla donde nos reconocemos, donde está nuestra identidad. El complemento idóneo para el mestizaje es la idea de diversidad, porque el mestizaje nunca es único, no responde a un solo modelo. Somos nosotros, los seres humanos de hoy, quienes hemos de darle el valor social que se corresponde con nuestra ética
, explicó la académica.
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, señaló que una lengua tan sólida como el español puede aspirar a mantener el adjetivo materna en las corrientes de la globalización. La lengua española, territorio común de lo uno y lo diverso, es un buen punto de referencia de qué materia están hechos los sueños y las realidades que llevan nuestro nombre. Algunos temen a la palabra mestizaje por entender que hay muchos mestizos que desprecian al indígena. Pero tiene que ser en un sentido de pertenencia abierto, vecinal
.
El canciller español, José Manuel Albares, defendió la urgencia de reflexionar sobre el presente y el futuro del español, ya que es una de las tres lenguas que es la vez oficial en la Unión Europea (UE) y en la Organización de Naciones Unidas, así como en la Unión Africana. El español es un idioma de futuro, de ahí la importancia de que tengamos más presencia en las nuevas tecnologías. El español no puede quedarse atrás en este proceso de cambio y debe situarse en el corazón de la IA
.
Albares también presidió un foro en el que se habló de la expansión del español en los países de la UE.