Ciudad de México. Madres de migrantes centroamericanos desaparecidos en Sonora realizaron una brigada de búsqueda para dar con el paradero de sus hijos. Durante 14 días recorrieron San Luis Colorado, Caborca, Altar, Nogales, Agua Prieta y Hermosillo, en donde visitaron albergues, centros de rehabilitación y caminaron rutas que sus familiares pudieron haber seguido.
Los cinco jóvenes desaparecieron entre los años 2015 y 2021.
Foto Fermín González
“Exigimos al gobierno mexicano que nos ayude a encontrar a nuestros hijos, porque ellos salieron en busca de un mejor futuro. Pasaron por este país, en ningún momento ellos les han robado algo, sólo querían cruzar a Estados Unidos”, manifestaron.
“Para mí llegar a México significa dolor, porque aquí desapareció mi hijo”, expresó Sandra Castaneda, salvadoreña, quien la última vez que supo de Gustavo Artiaga fue el 30 de agosto de 2015.
“Él desapareció en Altar, Sonora, tenía 25 años. Salió de mi casa porque quería una mejor vida para su hijo de cuatro años, porque en El Salvador hay poca fuente de trabajo”, compartió.
Foto Fermín González
Indicó que esta es la tercera ocasión que viene a México para buscar a Gustavo. “Puse una denuncia en el ministerio de Relaciones Exteriores y en México apenas el año pasado logramos abrir una carpeta de investigación en la Fiscalía General de la República. Sólo me dan pistas, pero ya casi se cumplen ocho años sin que lo encontremos”.
Otra de las participantes en la Brigada Internacional de Búsqueda “Tejiendo Rutas” es Amalia Ramírez, originaria de Honduras. Ella busca a su hijo Héctor Dubón.
“Desapareció en Altar el 6 de marzo de 2021. La última vez que me llamó sólo me dijo que ya lo había agarrado la policía, por eso yo ando en este país que no es mío”.
Mencionó que esta es la primera vez que viene a México.
Luego de marchar del Monumento a la Madre a la llamada Glorieta de las y los Desaparecidos, en la ex glorieta de La Palma, las madres de víctimas expusieron que tras su jornada, que inició el 11 de marzo y concluye hoy, lograron que se reconozca su derecho a buscar a sus familiares.
“Obtuvimos el Registro Nacional de Víctimas, una visa humanitaria y los recursos económicos para realizar la búsqueda de nuestros seres queridos”, dijeron.
Sin embargo, lamentaron que a su llegada al país en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tres de ellas, procedentes de El Salvador y Honduras, “fueron detenidas por más de cuatro horas, en las cuales fueron cuestionadas y revictimizadas alegando que no les creían que iban a búsqueda”.
Asimismo, reprocharon que autoridades mexicanas les negaran el acceso a centros de reinserción social, pese a que se había acordado ingresar y que los penales son lugares fundamentales”.
Igualmente, expresaron que en estos días de búsqueda “nos hemos sentido solas porque no tuvimos ese apoyo que necesitábamos, como el acompañamiento de un sicólogo”.