Ser artista no era algo que tuviera en mente el pintor Rafael Coronel (1931-2019) en sus años mozos, a pesar de que le gustaba dibujar y había mostrado desde pequeño aptitudes y talento. Él quería ser jugador profesional de futbol; incluso, lo intentó en uno de sus primeros viajes a la capital del país.
“Jamás pensé que iba a comer de la pintura. Es más, cuando mi hermano (Pedro, mayor que él) se fue a México y mi padre me platicó que se había ido a estudiar pintura, se me hizo una de las pendejadas más grandes que habían pasado en la familia (…) En aquel tiempo, los pintores jóvenes no comían de la pintura… ni los viejos”, declaró el creador zacatecano en una entrevista con su hijo, Juan Rafael Coronel Rivera, publicada por vez primera en 1999 con motivo de su medio siglo de trayectoria.
Los deseos iniciales de Rafael Coronel dieron un vuelco inesperado en otro viaje a la Ciudad de México, adonde se trasladó desde su tierra natal para estudiar no leyes, como pedía su padre, sino contaduría, carrera que dejó de lado sin siquiera inscribirse cuando descubrió la de arquitectura.
En esos meses hubo un concurso de pintura que organizaba el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana en 1952. Los premios eran becas de 300 pesos mensuales. No te dejaban entrar si tenías más de 20 años. Gané uno de los premios y me dijeron que tenía que ingresar a una escuela de pintura para que fuera válida la beca. Entonces, entré a La Esmeralda.
El anterior es sólo uno de los múltiples pasajes e historias que se recogen en Coronel por Coronel (Coronel by Coronel), libro bilingüe en el que Juan Rafael Coronel Rivera recopila ensayos de crítica de arte, entrevistas, testimonios y fotografías de su autoría, algunos de ellos inéditos, que dan cuenta de la vida y la obra de su padre, el reconocido pintor Rafael Coronel Arroyo.
Publicada por Talamontes Editores, es una obra concebida como diálogo íntimo y revelador entre sus dos protagonistas: el autor y el artista, a los que se suman, eventualmente, otras voces, para adentrar al lector en aspectos poco conocidos o desconocidos de ese creador.
Si bien se tocan diversas aristas de la vida de Rafael Coronel –como sus orígenes familiares; su relación y matrimonio con Ruth Rivera Marín, hija de Diego Rivera; su afición por el coleccionismo de piezas prehispánicas y máscaras, y aspectos de infancia como cuando contrajo tifoidea dos meses por mascar el asfalto de la calle–, dista de ser una biografía o unas memorias.
No me atrevería a considerarlas memorias, porque Rafael, en algún punto, sí me dijo que quería escribirlas. Además, aquí vemos sólo una parte, no al personaje completo. No están la parte vivencial, cotidiana, ni la manera en que realmente era. Por ejemplo, no está completamente descrito su carácter
, apunta Juan Rafael Coronel Rivera en entrevista.
“Así como tenía gran nobleza –era de las personas que se quitan la chamarra para darla a un indigente–, también era muy irritable. Recuerdo una vez que se enojó muchísimo en un supermercado, salió, tomó su automóvil y se metió con él. Así, hay otras cosas de esa parte de su personalidad que no están visibles, a pesar de que sus cuadros, aunque manejan atmósferas un poco transitorias, hay muchos muy violentos.”
Lo hice de la manera más libre
De acuerdo con el también ensayista y editor, este libro es un retrato, una pintura
, que él hace de su padre, no sólo por el cariño y la admiración que le profesa, sino en reciprocidad por los 10 o 12 retratos que él le hizo en vida.
También lo asume como una forma de cerrar ciclos
, pues el artista falleció en 2019 y al año siguiente comenzó la pandemia, por lo que enfrentó el proceso de duelo en situación aún más adversa: Consciente o inconscientemente, ha sido como tener a mi papá allí
.
–¿Le hubiera gustado este libro a Rafael Coronel?
–Pues si hubiera estado vivo, habría tenido ciertas diferencias; pero como ya está muerto, tomé lo que me llamó la atención y lo puse sin pensar en un juicio. Hice este libro de la manera más libre que se puede, no pensé si algo no le parecía, le resultaba incómodo, si las cosas que decía yo eran excesivas o estaba revelando algo que no le hubiera gustado”, acepta el autor.
Coronel por Coronel será presentado el 29 de marzo a las 15 horas como parte de la Feria del Libro de Coyoacán, en la plaza central de esa alcaldía. Participarán Tomás Parra y Esther Echeverría.