Ciudad de México. La alta inflación, el menor crecimiento y las tensiones geopolíticas plantean desafíos de gestión de riesgos a los bancos, lo mismo que la revisión de precios en los mercados de activos, por lo que tanto las instituciones financieras como sus reguladores deben estar atentos a la evolución de las perspectivas para garantizar que el sistema bancario mundial sea resistente, advirtió el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.
Comentó que, a la luz de los acontecimientos recientes —en referencia a las quiebras de instituciones financieras en Estados Unidos que desataron la volatilidad en los mercados de ese país y de Europa—, el comité se reunió virtualmente el 14 de marzo y los días 22 y 23 en Hong Kong para hacer un balance de la situación, analizar los riesgos para el sistema bancario mundial y las vulnerabilidades relacionadas.
El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea destacó que hacia adelante se hará un balance de las implicaciones regulatoria; mientras tanto, se sigue monitoreando de cerca el curso de la situación en los bancos y en el mercado, al tiempo que se evalúan los riesgos de las tasas de interés más altas para la estabilidad del sistema bancario global.
Explicó que las bajas tasas de interés, previas a la coyuntura actual, respaldaron la acumulación de apalancamiento en los sectores doméstico y corporativo, pero a medida que la mayoría de los bancos centrales elevan las tasas de interés para combatir la inflación, los prestatarios ahora enfrentan cargas cada vez mayores del servicio de la deuda.
“Los eventos recientes han resaltado aún más la importancia de un sistema bancario global resiliente respaldado por prácticas efectivas de gobierno bancario y gestión de riesgos, estándares regulatorios sólidos y una supervisión sólida respaldada por una cooperación transfronteriza proactiva”, reportó el organismo que se encarga de emitir regulación prudencial para el sistema bancario internacional.
Detalló que desde la Crisis Financiera de 2008, las reformas de Basilea III han ayudado al sistema bancario global a absorber diferentes shocks. Desde 2011, el índice de apalancamiento de los bancos ha aumentado del 3.5 por ciento al 6.5 por ciento; mientras el índice de capital básico —que refiere la relación entre el capital, las reservas y los activos de riesgo— “ha mejorado del 7 por ciento al 13 por ciento”.