Barcelona. La UEFA abrió una investigación formal al Futbol Club Barcelona por una posible violación del marco legal del organismo rector del futbol europeo en relación con los pagos realizados por la escuadra a una empresa propiedad de un alto cargo arbitral, informó este jueves el organismo.
Un tribunal de Barcelona acordó revisar el caso la semana pasada después de que los fiscales presentaran una denuncia sobre lo que supuestamente fueron pagos de 7.3 millones de euros (7.95 millones de dólares) entre 2001 y 2018 a empresas propiedad de José María Enríquez Negreira.
Negreira fue vicepresidente del comité de arbitraje de la Federación Española de Futbol desde 1993 a 2018, bajo el entonces presidente Victoriano Sánchez Arminio.
Negreira no estuvo disponible de inmediato para hacer comentarios.
"De acuerdo con el artículo 31 (4) del Reglamento Disciplinario de la UEFA, los Inspectores de Ética y Disciplina de la UEFA han sido designados hoy para llevar a cabo una investigación sobre una posible violación del marco legal de la UEFA por parte del FC Barcelona en relación con el llamado caso Negreira", dijo la UEFA en un comunicado este jueves.
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, solicitó el martes que el caso se transfiriera a la fiscalía anticorrupción debido a la naturaleza de alto perfil de las acusaciones.
La denuncia de los fiscales se centra en 2.9 millones de euros pagados entre 2014 y 2018 y alega que el FC Barcelona, con la ayuda de los ex presidentes del club Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, consiguió un "acuerdo verbal confidencial" con Negreira.
En una declaración el mes pasado, el club negó cualquier irregularidad, diciendo que había pagado a un consultor externo que le proporcionó "informes técnicos relacionados con el arbitraje profesional". Se trató de una práctica habitual entre los clubes de futbol profesional, afirmó.
Un alto cargo del Barcelona dijo a Reuters que el club esperaba la denuncia de la fiscalía y la describió como "nada más que una hipótesis de investigación absolutamente preliminar".
El funcionario dijo que el club cooperará plenamente con la investigación y reiteró que "nunca ha comprado a ningún árbitro ni ha intentado influir en las decisiones de ningún colegiado".
"Tengo muchas ganas de enfrentarme a todos los sinvergüenzas que están manchando nuestro escudo", dijo el presidente del Barcelona, Joan Laporta, en un acto celebrado por el club con los capitanes de las diferentes secciones a principios de mes.
Rosell no estaba disponible para hacer comentarios.
LaLiga dijo este mes que denunció el caso a la UEFA porque no se podía imponer ninguna sanción en virtud de la legislación deportiva española al haber transcurrido tres años desde las supuestas infracciones, según su presidente Javier Tebas.
"Nosotros como no pudimos intervenir porque había prescrito, escribimos a la UEFA", dijo Tebas en una declaración oficial más temprano en el mes.