Ciudad de Guatemala. La policía de Guatemala capturó este miércoles por pedido de Estados Unidos a un mexicano acusado de traficar "grandes" cargamentos de metanfetamina, heroína y cocaína a ese país, informaron las autoridades guatemaltecas.
Pablo Tabares, conocido como Negro y Compadre, fue detenido por los uniformados en un operativo en el poblado de Tecún Umán, un paso fronterizo de Guatemala con México en el suroeste del país, dijo a periodistas el vocero de la Policía, Edwin Monroy.
Tabares es el tercer mexicano detenido en Guatemala en los últimos cinco días reclamados en extradición por la justicia estadunidense.
El supuesto narcotraficante, de 47 años, es "requerido para comparecer a juicio" en la Corte el Distrito Norte del estado de Georgia por delitos relacionados con el narcotráfico, añadió el portavoz del Ministerio Público, Moisés Ortiz.
Ortiz señaló que "una investigación realizada por las autoridades del cumplimiento de la ley identificó una organización de tráfico de drogas con base en Atlanta, Georgia, que ha sido responsable de importar y distribuir grandes cantidades de metanfetamina, heroína y cocaína en el Distrito Norte de Georgia".
"La investigación identificó a Pablo Tabares (...) como uno de los líderes de la organización y organizadores en México, responsable de suministrar y coordinar las actividades del tráfico de drogas de la organización", agregó.
El viernes pasado, las fuerzas antinarcóticos arrestaron al mexicano Sergio Duarte (26) y a la guatemalteca Ana Rubio (32), señalados del tráfico de fentanilo para grupos criminales en México, entre ellos el cártel de Sinaloa de Joaquín El Chapo Guzmán, preso a perpetuidad en Estados Unidos.
Un días después, la policía detuvo con fines de extradición a Humberto Beltrán, de nacionalidad mexicana, también acusado del trasiego de fentanilo.
Los cárteles internacionales utilizan Guatemala y el resto de Centroamérica -con la ayuda de narcotraficantes locales- para el tránsito de drogas hacia México y Estados Unidos.
Según Washington, el 90 por ciento de la cocaína que ingresa en su territorio pasa por México y Centroamérica en avionetas, lanchas y submarinos.