Bruselas. Instalaciones de producción del grupo austríaco de bebidas energéticas Red Bull en la Unión Europea (UE) fueron objeto de inspecciones sin previo aviso en la jornada del lunes, ante aparentes sospechas de prácticas anticompetitivas.
Una fuente de la empresa dijo a Afp que "el lunes funcionarios de la Comisión Europea visitaron nuestras instalaciones". La firma, añadió la fuente, dejó clara su determinación de "cooperar en todos los asuntos".
Poco antes la Comisión -el brazo ejecutivo de la Unión Europea, UE- había anunciado inspecciones de una empresa no identificada en varios países del bloque, aunque no especificó dónde se realizaron esas operaciones.
En una nota, la Comisión señaló que las inspecciones fueron motivadas por el temor de una violación "de las reglas sobre formación de cartel y abuso de posición dominante".
La investigación "constituye un paso preliminar en una investigación sobre supuestas prácticas anticompetitivas', explicó la Comisión, sin ofrecer más detalles.
Tras la muerte de su fundador, el austríaco Dietrich Mateschitz -ocurrida en octubre a los 78 años- la empresa Red Bull ya ha designado a tres directores para dirigir la empresa.
Mateschitz creó la bebida en 1984, y había tornado a Red Bull una de las joyas de la industria agroalimentaria de Austria, apoyada en un agresivo marketing deportivo. De esa forma, el empresario se convirtió en el hombre más rico de su país.
Su hijo, Mark Mateschitz ahora posee 49 por ciento de Red Bull, y la familia Yoovidhya, de Tailandia, posee el resto.
La empresa con sede central en Fuschl am See, en el oeste de Austria, emplea actualmente a casi 16 mil personas en todo el mundo y vendió más de 11 mil 580 millones de latas de bebida en 2022.