Mérida, Yuc. México está viviendo “una transformación profunda en muchos sentidos y sentando las bases para un futuro más incluyente”, gracias a que tiene “estabilidad política, una pujante vida democrática, bases macroeconómicas sólidas y recursos financieros para impulsar el desarrollo”, enumeró en ese orden el secretario de Hacienda y Crédito Público, Rogelio Ramírez de la O.
“Las condiciones están dadas y las estamos aprovechando”, aseguró el funcionario frente a los representantes del sector financiero del país, que por primera ocasión se convocaron en Mérida, Yucatán para atender a la 86 Convención Bancaria. En ese entorno, Ramírez de la O también reiteró que en el país “se respira una atmósfera distinta de la que hoy encontramos en otras latitudes”.
Al destacar los cambios promovidos por la actual administración, que de acuerdo con el secretario van en una trayectoria de responsabilidad con el medio ambiente y justicia social, se comprometió a trabajar de cerca con los empresarios del sector bancario “para avanzar en la visión de un sector financiero con sentido social, incluyente y sostenible que tenemos desde la secretaría de Hacienda”.
Durante su ponencia, Ramírez de la O destacó que si bien existen “áreas de oportunidad” en la construcción del país para futuras generaciones, hoy éstas se encuentran al alcance. Prueba de ello es la relocalización de las cadenas de suministro, tendencia mundial para la que México se encuentra en “una posición privilegiada, no sólo es geográfica”.
“La relocalización es una realidad y proyecto que avanza”, como evidencia se tiene el incremento de la demanda inmobiliaria para uso industrial, explicó el secretario de Hacienda.
Durante el año pasado, consignó Ramírez de la O, se tuvo una ocupación de 97 por ciento en parques industriales y se estima que en cuatro años, el impulso del sector público y privado para la atracción de las cadenas de suministro puede hacer crecer el producto interno bruto del país en hasta 1.2 puntos porcentuales.
Para apoyar la relocalización hay hasta 200 millones de dólares en una línea de crédito con el Banco Interamericano de Desarrollo y 644 mil millones de pesos adicionales en la capacidad de préstamos para ese fin por parte de Financiera de Desarrollo y Banco Nacional de Comercio Exterior.