Tras dos años al frente de los banqueros, Daniel Becker, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) asegura que si hay algo que se tiene que reconocer es que el gobierno actual “ha hecho las cosas relativamente bien”.
Manifiesta gusto por el hecho de que el país supo manejar bien las crisis económica y sanitaria, aunque no deja atrás cosas que se pueden hacer mejor, como invertir en temas energéticos, de infraestructura y de educación.
Afirma que la percepción que se tiene sobre México a nivel internacional es mucho más positiva a como se percibe de forma interna, pues en el mundo todos coinciden que el país está en la mejor posición global para captar la mayor cantidad de inversiones.
Para describir el momento actual relacionado con la relocalización de empresas utiliza un ejemplo: es como salir a pescar en un día lleno de peces pero no llevas caña, anzuelo o los instrumentos suficientes. El país tiene algunos y hacen falta otros.
En su gestión fue testigo de un 2022 que significó un momento histórico en materia de ganancias para los bancos, impulsado por las altas tasas de interés y la liberación de reservas de capital, pero advierte que 2023 podría ser un año “no tan jugoso”.
En entrevista, previo a la 86 Convención Bancaria, que se realizará los próximos 16 y 17 de marzo en Mérida, Yucatán, plantea que, en materia de impago y tras un año en el que la inflación dejó vulnerable a la población de menores recursos “el que no se ocupa es un miope”.
— Llega a la ABM tras la crisis de Covid pero en un momento de subida de tasas de interés por la inflación ¿Qué balance se hace sobre la situación económica del país?
— “Más que un balance vayamos a datos duros. El año pasado se confirmó que el país creció poco más de 3 por ciento, cuando todo mundo dudaba y la mayoría de los analistas hablaban de un menor crecimiento. A nivel país, tuvimos un crecimiento mejor de lo esperado, si bien, el crecimiento todavía está abajo de los promedios que este país había observado en los últimos 20 años, del 2.5 por ciento, pero, están las condiciones dadas para que, si sabemos capturar el valor de este nuevo tema de sustitución de importaciones y cadenas de suministro a nuestro país pues veremos un país distinto.
“Pero, ¿cómo quedó la economía? Recuperándose de forma adecuada, creciendo a niveles de 3 por ciento, comportándonos mejor que otros países similares de ingresos en América Latina y con condiciones listas para tener un crecimiento potencial mucho más grande”.
— Se dudó mucho si se iba a crecer a los niveles que tenía planeado el gobierno, pero parece que se están dando las cosas, usted ¿cómo calificaría la gestión del gobierno en estos dos años que ha estado al frente de la ABM?
— “Ha habido aciertos, desaciertos y cosas que se han ido corrigiendo sobre la marcha, pero, no hay que olvidar que a pesar de todo, el gobierno federal durante la pandemia decidió no inyectar recursos fiscales a la economía, las familias y las empresas, y analizándolo, fue una buena decisión porque la pandemia fue mucho más duradera de lo que se esperaba, la recuperación fue mejor, y en términos generales, podemos no estar de acuerdo con algunas cuestiones, pero el gobierno ha sido prudente.
“La macroeconomía se ha manejado con gran responsabilidad, el coeficiente de deuda en 49 por ciento del PIB, hay un déficit fiscal bastante acotado, una balanza de pagos buena, un tipo de cambio robusto, remesas, que no es una responsabilidad del gobierno, pero llegaron casi 60 mil millones de dólares.
“Entonces, dentro de todo, debemos reconocer que las cosas han salido razonablemente bien, quizá lo que tenemos que hacer es acelerar el paso para aprovechar esta coyuntura que tenemos y cambiarle el rostro al país”.
— ¿Qué haría falta para concretar el potencial?
— “No es que hace falta, son múltiples factores, hay que mejorar la infraestructura, tiene que haber electricidad accesible, de calidad, que sea además certificados de sustentabilidad, hay que trabajar en los puertos, que no haya cuellos de botella, en las aduanas, las carreteras, y por supuesto, el elemento de educación, sobre todo por el nearshoring, si se da, el elemento de la mano de obra se necesita.
“Debemos buscar pasar de ser mano de obra que ensamble a ser mano de obra sofisticada y lo que crea valor, este conjunto de cosas, que no se dará de forma espontánea e inmediata, se debe de construir el camino, pero podemos generar desde un inicio, un ambiente amigable para inversiones extranjeras y domésticas, generar certeza, certidumbre, y si eso se logra, podremos ir recogiendo los frutos.
“La noticia de Tesla es muy importante, si generamos el ambiente correcto de negocios y además trabajamos paralelamente en un proyecto de nación con políticas públicas que vayan convergiendo en este tema de nearshoring, eso, en caso de capturarlo, en 15 o 20 años, vamos a tener un país distinto, que ce cierren brechas, con más oportunidades para la mayoría de los mexicanos y por supuesto, no olvidar el sur y el sureste.
“Del centro al noreste del país se crece, el Bajío crece como China, lo que baja un poco la muestra o el tamaño del PIB es el sur y el sureste.
"Otra de las cosas por trabajar es no perder de vista que tenemos una economía informal muy grande y hay que crear los incentivos para que esa parte de la economía informal sea parte de la economía formal, tenga los beneficios de la seguridad social, tengan acceso a servicios financieros, eso también cierra brechas.
“Pero las condiciones están dadas, dependerá de nosotros si las aprovechamos o no”.
— Llega a la ABM en la reapertura de la economía, tiene contacto con diversos inversionistas nacionales y extranjeros, entonces, ¿qué percepción se tiene sobre México?
— “Es un fenómeno interesante, afuera nos ven mucho mejor que lo que nosotros vemos a México. Por razones coyunturales me tocó ir a Dubai con el canciller, Abu Dabi, hablar con los majadores de fondos más importantes del mundo, y México es, por definición el lugar.
“Lo que es incuestionable es que pasamos de una globalización a una regionalización y la regionalización se va a dar entre Canadá, Estados Unidos y México, y después de la pandemia entendimos que las cadenas de suministro no pueden estar a 10 mil kilómetros de distancia, donde tienes elementos desde fletes a miles, tienes que regionalizar, y eso ya nos dimos cuenta que así va a ser, eso no tiene marcha atrás.
“Lo que he escuchado, lo que se escucha en el mundo, es la gran oportunidad que tiene México de ser el país de mayor inversión extranjera de cara a la sustitución de cadenas de suministro.
“Pero si no hacemos nada, por generación espontánea no pasa nada, está la ventana.
“Por ejemplo, decidimos ir a pescar, está lleno de peces, es el día perfecto para ir a pescar, pero, no trajimos caña, anzuelo, sí, estaba la oportunidad, pero no tuvimos los instrumentos”.
— ¿El país tiene instrumentos?
— “Tiene algunos y hay que construir otros, que son los que mencionaba, pero mientras tanto, quizá no tenemos la mejor caña, pero generar un ambiente amigable ya te da buenas herramientas”.
— ¿Observa una administración abierta?
— “Indiscutiblemente. Debo de reconocer que, si de algo me voy muy agradecido, es con la apertura que tuve con todos los agentes y los diferentes actores. Con el Banco de México, con Hacienda, con el propio secretario, con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, con Condusef.
“Parte de esta agenda que se pudo ir elaborando y quedan cosas pendientes y no puedo evaluar mi gestión, que sería irresponsable auto evaluarse, conseguimos tener una gran apertura con nuestros interlocutores.
“Prueba de ello es que fuimos de los países que actuamos de forma más rápida en los criterios contables especiales, me tocó una parte construida, pero me tocó trabajar para ver como despertaba esta cartera.
“Cuando regulados y reguladores trabajan con un objetivo común, cada quien desde su trinchera, pues no generamos problemas, fuimos parte de la solución y en términos de la gestión, hemos tenido una gran disponibilidad por parte de los diferentes actores para un gran canal de comunicación”.
— Le tocó un gran año para el sistema bancario, con ganancias históricas, pero se cuestiona un poco que papel juega la banca ante esta situación ¿qué responde? El 2023 no pinta mal para el sistema bancario ¿o sí?
— “El 2022 fue un año histórico, porque, efectivamente, incrementaron las tasas de interés, y siempre hay un rezago sobre como se adaptan las tasas activas a las pasivas, pero cuando convergen habrá utilidades normales, pero la rentabilidad del sistema fue de 17 por ciento, tampoco la industria va fuera a otros países, en general crece 15 por ciento en el mundo.
“Derivado de las reservas que creamos durante la pandemia y habiendo despertado bien las carteras se pudieron liberar reservas, entonces tuviste varios efectos que permitieron las utilidades históricas.
“Dicho eso, no estoy tan seguro que el 2023 vaya a ser un año igual, por una simple razón: el Banco de México ha incrementado 650 puntos base la tasa de referencia y el crédito es parte de los insumos de la estructura de costos de una organización, hoy hay un insumo más caro, lo que podremos enfrentarnos en adelante es ver pequeños incrementos en la morosidad en algunos segmentos.
“Entonces no estoy seguro que asociado al incremento de las tasas de interés volvamos a ver un año tan jugoso como el año pasado, sin embargo, no hay un escenario malo ni catastrófico, pero quizá no tan bueno como 2022.
“¿Qué podemos hacer? Encontrar donde están los cuellos de botella o cuales son los elementos que no nos permiten profundizar el crédito a los sistemas productivos y a las familias. Eso tiene muchos factores, no es por una sola razón, pero la banca, derivado que ha sido rentable y que hemos tenido una buena regulación, tiene un compromiso social y debemos generar una banca con más dimensión social.
“No suelo hablar de mi institución, pero un ejemplo de lo que podemos hacer es la Multired de cajeros, el 13 por ciento de los usuarios de la banca puede hoy retirar con los 6 bancos que participamos en la Multired, puede consultar saldo, retirar o comprar algo en el ATM sin costo, ese es un ejemplo de lo que se puede hacer en una banca con mayor dimensión social y encontrar esos elementos que inhiben un mayor otorgamiento de crédito sin poner en riesgo la fortaleza del sistema bancario.
“Porque no debemos olvidar que aunque en la pandemia la economía cayó 8 por ciento, los mexicanos ahorraron en la banca 1.4 billones de pesos. Hay mucha gente para la que quizá somos los villanos de la película, pero, dónde ahorran los mexicanos, en la banca, porque tienen confianza en ella, la pregunta es ¿dónde generamos un buen equilibrio para incrementar el nivel de crédito al sector productivo y las familias pero no ponemos en riesgo al sistema bancario?”
— Entendiendo esto, siempre habló usted sobre que las tasas de los créditos no subió más allá que la del Banco de México ¿cómo se logró esto?
— “Hay dos grandes teorías, establecer precios y poner topes o generar competencias.
“Me gusta una frase que dice que para entender el futuro hay que leer historia, establecer precios no ha demostrado ser la mejor decisión, poner techos no ha demostrado que sea la mejor fórmula, en ese sentido, creo, lo mejor que tenemos que hacer como banca y sociedad es generar más competencia y la competencia ya se ve, la tasa sube 650 puntos por parte del Banco de México y el sector que más crece en el crédito en tasas es el empresarial con 450 puntos básicos, el crédito hipotecario, si bien ya está en dos dígitos, son dos dígitos bajos.
“Es decir, si hay claramente una competencia en algunos segmentos más que otra y eso no significa que no se requiera seguir explorando como generar mayores elementos de competencia, pero hoy hay un ecosistema fintech en México con paso acelerado, los bancos ya tienen acceso al mundo digital.
“¿Dónde están los retos? Qué los bancos de cierto tamaño tienen más capacidad de contratar analistas de datos o gente de más capacidad que pueda hacer cosas más sofisticadas que bancos de recién creación y para generar la competencia es ver como no se van rezagando esos bancos que son franquicias nuevas, porque al final, crear capacidades e infraestructura es un tema de recursos, entonces, esas son las dos grandes recetas y es una gran combinación, pero la mejor forma de que los precios al consumidor final no se afecten es con competencia”.
— En ese sentido, la inflación si repercute en la gente de menores recursos, que puedan estar más sobre apalancadas ¿la morosidad incrementa o de verdad no les preocupa?
—“A ver, el que no se ocupa es miope. La inflación ha sido mucho más temporal de lo que hubiéramos querido, de repente parece que llegamos al punto de inflexión y resulta que no necesariamente, en Estados Unidos, que tenemos una relación muy cercana, están con el nivel de desempleo no visto desde 1979, bajo, hay un potencial de entrar en una recesión, no my profunda, pero con buen empleo que es poco común, y luego pareciera que en México habíamos llegado al punto de inflexión, pero China declara que terminó el Covid, y vuelven a reabrir su economía, es posible que nuevamente repunte el consumo de energéticos y que la inflación se mantenga.
“Es claro, el peor impuesto más regresivo para los deciles más bajos de la economía es la inflación, pero a diferencia de Estados Unidos donde el nivel de apalancamiento de las familias es cercano al 100 por ciento en México es de entre 16 y 17 por ciento, tan es así, que creo que aveces la política monetaria no es tan efectiva en México como en Estados Unidos, en México obedece más a temas de oferta que de demanda, entonces si habrá un sector que se pueda ver afectado pero el nivel de apalancamiento de empresas y familias es menor, por lo tanto no vemos un riesgo latente, sin que eso no signifique que tengamos que estar evaluando y revisando los efectos de la inflación en los patrones de consumo y pago de los diferentes segmentos, incluyendo a las familias”.
— En otros temas, siempre se ha sido crítico en el tema de las fintech, que hoy ya son una realidad, pero la regulación no es igual, entonces, ¿cómo convivir en el largo plazo con ellos y qué pedir a los reguladores?
— “Las fintech más que un sustituto son un complemento, ahora, habrá algunas fintech que por su particularidad tengan vida propia, pero tengo la impresión que, las fintech van a comprar bancos o los bancos a las fintech, en México ya vimos dos ejemplos de eso, un banco autorizado y otro en proceso de autorización.
“Porque también para ser fintech necesitas un insumo que se llama datos, hoy lo tienen los bancos, porque, las fintech, en su gran mayoría, funcionan en modelos paramétricos y esos se hacen por medio de datos históricos, creo que la banca tiene mucho que aportar. Van a ser un complemento y no un sustituto.
“Si son empresas que operan solas, porque el mundo cambió, recibieron grandes cantidades de inversión cuando la tasa en Estados Unidos estaba en cero, pero el dinero gratis se acabó y hay fintechs que no tienen la atracción que antes tenían.
“Creo que, como ABM, queremos que para actividades similares haya regulación similar, no queremos que las elimínele pero si que la regulación sea asimétrica, por una sencilla razón, le conviene a todo el sistema, si mañana una fintech tiene un problema, la percepción no se si se puede reconocer que el problema es una fintech o el sistema financiero, lo que queremos es que el sistema no se contamine, por ello, actividades similares, regulación similar”.
— Para finalizar ¿cómo deja la ABM?
— “Quedan varios temas pendientes, seguimos trabajando en la posibilidad que los contratos mercantiles y civiles de crédito tengan mediación, que quitemos trabajo a los juzgados, trabajamos con tribunales, CNBV, Condusef, ojalá se continúe, exploramos tener una ciber entidad para que no nos vulneren a ninguna de las instituciones.
“Se logró una buena unidad de la industria, pese a que competimos, el ánimo y la relación entre nosotros es de camaradas, no hay diferencia si eres banco, banco grande, chico o de nicho, tenemos buena representación y cada banco con su razón de ser, y también logramos abrir el diámetro de comunicación con los reguladores, eso es positivo, porque puedes construir, desde cada trinchera, un sistema financiero más robusto, que llegue a más mexicanos, porque la banca, en el mediano y largo plazo, cierra brechas, y por supuesto, nos quedamos con los temas de sustentabilidad y de género.
“Vamos en una ruta de sustentabilidad mucho más potente, romper los techos de cristal a las mujeres, no estamos donde queremos estar, pero otro elemento es, como la banca, con una capitalización y exceso de liquidez, puede, sin poner el riesgo el sistema, puede penetrar más crédito y compararnos con países similares.
“Hubo aciertos, errores, pero siempre con la intención de una ABM unida y con los temas sobre la mesa, los más importantes”.