A cuatro meses del comienzo del Mundial de Natación, la australiana Kaylee McKeown, ganadora de tres oros olímpicos, rompió en Sídney el récord del mundo de 200 metros espalda, con un tiempo de dos minutos, tres segundos y 14 centésimas, y superó a la estadunidense Regan Smith (2:03.35), quien lo había logrado en 2019.