Madrid. La artista serbia Marina Abramovic decidió sumergirse en una de las figuras que más han inspirado su vida, la diva de la ópera Maria Callas, para explorar en los recovecos de la muerte trágica por amor y para recuperar la honda aflicción e intensidad de la soprano más grande la historia. Con el espectáculo Siete muertes de Maria Callas, que se estrenó en el Gran Teatre Liceu de Barcelona, también se rinde un homenaje a la cantante griega en el centenario de su nacimiento.
Se trata de un espectáculo singular, como todos los que firma la artista serbia que desde hace décadas se convirtió en la mayor exponente de la vanguardia y el performance. Por eso es una mezcla de ópera, arte en vivo, videocreación, actuación y una explosión de intensidad que derivan en las siete muertes de Callas.
El espectáculo tiene siete partes y cada una consiste en términos musicales en la interpretación de alguna de las arias que convirtieron a Callas en la soprano más admirada de la historia. Participan siete sopranos, dirigidas por Antonio Méndez, que entonan las arias de La traviata, Norma, Carmen, Tosca, Otello y Madama Butterfly. Cada una va acompañada de una pieza de video en la que Abramovic, acompañada por el actor Willem Dafoe, se enfrenta a la muerte en siete situaciones diferentes: una mordida de serpiente, la caída desde lo alto de un rascacielos o una estocada en una plaza de toros.
Abramovic descubrió a Maria Callas cuando era niña y vivía en la ex Yugoslavia. Un día, mientras estaba en la cocina de la casa familiar, escuchó una voz por la radio que le atrapó. Era de Maria Callas; desde ese momento, ese nombre se le quedó grabado. Muchos años después fue pergeñando este proyecto en su mente, ya que, según sus palabras, siempre se inspiró en la diva griega, a quien veía como un alter ego misterioso en la que siempre estaba esa fascinación por su deriva trágica ante la desesperanza por el desamor.
Abramovic leyó todas las biografías sobre Callas y escuchó todas sus óperas, pero nunca la conoció. En mi vida me pasa lo mismo, soy guerrera y fuerte, pero a la vez soy como una niña pequeña. Callas muere por tener el corazón partido y quería que muriera por amor, y esto también me conecta con ella
, explicó la artista serbia, quien confeccionó el espectáculo junto con el escritor Petter Skavlan.
Las arias son interpretadas por siete sopranos de renombre internacional: Gilda Fiume (Violetta Valéry), Vanessa Goikoetxea (Floria Tosca), Benedetta Torre (Desdémona), Antonia Ahyoung Kim (Cio-Cio-San), Rinat Shaham (Carmen), Leonor Bonilla (Lucia Ashton) y Marta Mathéu (Norma). Esas arias están atrapadas en el 17 de septiembre de 1977, día en el que María Callas se convirtió en leyenda, cuando murió trágicamente.
El espectáculo se estrenó la semana pasada en Barcelona y únicamente se ofrecieron tres funciones, la última, este sábado.