Ciudad de México. Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron trabajar conjuntamente para contrarrestar los “estragos” causados el fentanilo, que cada vez deja más muertes en el país vecino.
Las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y de Joe Biden informaron de manera conjunta que durante la visita de funcionarios de alto nivel de la Casa Blanca a Palacio Nacional el jueves acordaron lanzar una segunda fase del Entendimiento Bicentenario para aumentar aún más la cooperación para combatir al crimen organizado trasnacional, la producción ilícita de fentanilo, y el tráfico de armas y municiones de alto calibre hacia México.
En un comunicado conjunto dado a conocer un día después del encuentro del presidente López Obrador con la delegación estadunidense , encabezada por la asesora de seguridad nacional de Washington, Elizabeth Sherwood-Randall, se detalló que el compromiso se da particularmente para “contrarrestar los estragos del fentanilo”.
Esta posición bilateral se dan en medio de las presiones de congresistas republicanos que han amagado con una iniciativa para la intervención de tropas de Estados Unidos en territorio mexicano.
Ambas delegaciones discutieron un programa para mejorar la coordinación interinstitucional entre México y Estados Unidos, así como el intercambio bilateral de inteligencia criminal para atacar puntos estratégicos en la cadena de suministro de drogas sintéticas, entre ellas este opioide, que es 50 veces más potente que la heroína, y que ocupa una de las mayores preocupaciones para la Casa Blanca, pues de acuerdo a cifras oficiales en 2021 dejó 71 mil estadunidenses fallecidos por sobredosis a causa de su consumo.
Los dos gobiernos acordaron emplear “todos sus recursos” para hacer frente a los cárteles y organizaciones internacionales trasnacionales de la criminalidad y reiteraron su compromiso por desentrañar estas redes criminales que impactan a ambos países.
En el encuentro como parte de la visita de la delegación estadunidense a México, un tema relevante en los diálogos fue el reciente secuestro de cuatro ciudadanos estadunidenses en Matamoros, Tamaulipas, que dejó la muerte de dos de ellos y se una mexicana.
“La prioridad de los presidentes López Obrador y Biden es proteger la vida de los ciudadanos mexicanos y estadunidenses: las agencias de seguridad de ambos gobiernos están comprometidas a hacer todo lo que está en su poder para identificar, encontrar y llevar a la justicia a los responsables de este ataque mortal”.
Otro de los acuerdos tras la reunión es que las dos administraciones lanzarán una nueva campaña binacional de salud pública para reducir los riesgos que conlleva el consumo de fentanilo y otras drogas.
También destacaron “los éxitos” recientes, en el combate a la criminalidad y el tráfico de estupefacientes, incluidos los arrestos en México de José Guadalupe Tapia Quintero, Lupe Tapia, uno de los mayores productores de drogas sintéticas con destino a Estados Unidos; y de Ovidio Guzmán López, El Ratón, impulsor clave de la producción de fentanilo para el Cártel de Sinaloa.
Por el lado mexicano, como se informó tras la reunión, la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, fue asignada por López Obrador como la contraparte del liderazgo en el esfuerzo contra el fentanilo junto con Sherwood-Randall.
“Esta designación asegurará la coordinación efectiva de las agencias de seguridad y salud pública de ambos países para la implementación de esta segunda fase”, señalaron ambos gobiernos.
El presidente mexicano celebró la ubicación, recuperación, y devolución “sin precedentes” al gobierno mexicano de aproximadamente 25 millones de dólares en fondos que habían sido robados al país por actores criminales mediante la malversación de fondos y fraude, y que fueron incautados y decomisados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. En la reunión de ambas delegaciones se convino que los fondos serán remitidos y utilizados para avanzar en las metas del Entendimiento Bicentenario.
Ante la urgencia por combatir la llamada “nueva epidemia” del fentanilo y para reforzar las acciones contra la criminalidad, representantes de ambos gobiernos se reunirán nuevamente en dos meses en Washington para revisar y analizar “con mayor profundidad” la eficacia de las políticas ampliadas y mejorar el intercambio de inteligencia e información contra las organizaciones criminales transnacionales.